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El día de San Valentín es una cita ineludible en el calendario para los enamorados. La festividad se remonta al siglo III en Roma, cuando un sacerdote llamado Valentín desafió la orden del emperador Claudio II. Este último había decretado la prohibición de los matrimonios entre jóvenes, creyendo que los solteros sin ataduras familiares eran soldados más eficientes. Valentín arriesgaba su vida a diario para unir a parejas en sagrado matrimonio.
Más tarde, en el siglo XX, la Iglesia Católica adoptó la festividad de San Valentín para conmemorar las bondadosas acciones de San Valentín de Roma, relacionadas con el amor y la afectividad. Esta decisión también buscaba restar importancia a las festividades paganas del Imperio Romano, y contribuyó a la expansión de la religión por todo el mundo. La fecha del 14 de febrero como día de San Valentín fue establecida por el Papa Gelasio entre los años 496 y 498.
Descubre el origen de San Valentín
San Valentín, el sacerdote venerado en el Día de los Enamorados, es una figura que se cree vivió en la Roma del siglo III, durante los primeros tiempos de la expansión del cristianismo.
En aquel entonces, el emperador Claudio II prohibió los casamientos con el fin de reclutar un ejército más feroz, al considerar que los jóvenes soldados serían más efectivos si no estaban ligados por el amor. Sin embargo, Valentín desobedeció esta orden y continuó casando en secreto a las parejas enamoradas.
Cuando el emperador se enteró de estas acciones, ordenó encarcelar y ejecutar a Valentín. Se dice que esta ejecución tuvo lugar el 14 de febrero, y desde entonces esa fecha se convirtió en un símbolo del amor y la resistencia frente a la opresión. Algunos argumentan que esta elección de fecha también tenía como objetivo reemplazar una costumbre pagana, las lupercales, con una celebración cristiana.
La institucionalización del culto a San Valentín el 14 de febrero por parte de la Iglesia Católica ocurrió a finales del siglo V, como un intento de cristianizar la antigua festividad pagana de las lupercales. Sin embargo, desde el principio, la Iglesia albergó dudas sobre la veracidad histórica de los hechos relacionados con San Valentín.
El Papa Gelasio I, quien formalizó el culto al santo, expresó ciertas dudas, afirmando que San Valentín era uno de aquellos santos «cuyos nombres son venerados por los hombres, pero cuyos actos solo Dios conoce», lo que refleja la falta de pruebas históricas sobre este mártir.
Durante la Edad Media, se asoció el amor romántico a la figura de San Valentín, consolidando así la leyenda del patrón de los enamorados. Esta fábula se fue enriqueciendo con el tiempo hasta llegar a la actualidad.
En 1969, la festividad de San Valentín fue eliminada del calendario eclesiástico, en un intento de la Iglesia Católica de desvincularse de aquellos santos de origen legendario.
Fue en el siglo XIX cuando en los países anglosajones se empezó la tradición de intercambiar postales con mensajes amorosos en el Día de los Enamorados. Esta costumbre se extendió rápidamente, sumándose luego la práctica de regalar rosas, bombones y joyas.
En el siglo XX, el comercio y la publicidad aprovecharon la figura de San Valentín para promover sus ventas, convirtiendo el 14 de febrero en una fecha importante para el consumo y el romanticismo.
Sin duda, junto con la figura de San Valentín, Cupido se ha convertido en un icono del Día de los Enamorados. Desde los siglos XIV hasta el XVII, numerosos artistas crearon obras de arte representando a Cupido como un ángel del amor. Esta iconografía fue luego utilizada en las tarjetas del Día de San Valentín a finales del siglo XIX.
Datos curiosos
Aunque el 14 de febrero es la fecha más reconocida para celebrar el Día de los Enamorados a nivel internacional, existen diferentes fechas en otros países para conmemorar el amor. Por ejemplo, en Brasil se celebra el 12 de junio, mientras que en Bolivia tiene lugar el 21 de septiembre. En Israel, el Tu Be Ay es el día elegido para celebrar el amor judío, el 30 de julio, mientras que en Egipto, las parejas marcan en rojo el 4 de noviembre en sus calendarios.
En Japón, la celebración de San Valentín tiene una peculiaridad: el 14 de febrero, las mujeres son las encargadas de agasajar a sus parejas con regalos, especialmente chocolates, en la festividad conocida como Tanabata. Un mes después, en el Día Blanco, los hombres deben responder con regalos, como flores, a sus parejas. Además, muchas parejas japonesas aprovechan esta fecha para subir al Monte Fuji y tocar la campana del amor tres veces, pidiendo amor eterno.
En Japón, al igual que en España, la industria de la floricultura obtiene importantes ganancias el 14 de febrero. Sin embargo, a diferencia de España, el número de rosas en un ramo tiene un significado especial. Por ejemplo, una sola rosa simboliza «eres la única», once significa «eres mi preferida», 99 representa la promesa de un «amor para siempre» y 108 indica una petición de matrimonio.
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