Cómo evitar sufrir una intoxicación alimentaria en verano
Cocinar bien los alimentos, en especial la carne, y saber mantenerlos a la temperatura adecuadad, evitará sufrir una intoxicación alimentaria en verano
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La intoxicación alimentaria es más común en verano. debido a que los alimentos frescos si no se encuentran en buenas condiciones de temperatura, pueden generar bacterias que pueden llegar a afectar a nuestra salud de forma grave.
Cómo evitar sufrir una intoxicación alimentaria en verano
Es lo que sucedía precisamente esta misma semana, cuando el pasado miércoles 29 de julio, el ministro de Salud de Jordania, Saad Jaber, alertaba de un brote de intoxicación alimentaria que se había producido en un restaurante a las afueras de la capital Amman provocando la hospitalización de 826 personas y la muerte de un niño de cinco años.
Según revelaron las investigaciones sanitarias el restaurante elaboraba shawarma con distinto tipo de carne (principalmente pollo) pero sin refrigerar, cuando la temperatura ambiental superaba los 40ºC.
La importancia del frío y la higiene para conservar los alimentos
Todos los alimentos deben conservarse de la forma más adecuada para que mantengan su estado y propiedades, y en el caso de los alimentos frescos, deben estar en frío, de modo que puedan conservarse y además, evitar la proliferación acelerada y masiva de patógenos peligrosos. A esto se le suma la buena higiene de estos alimentos. Solo así podremos evitar lo que ha sucedido en el restaurante ubicado en el barrio Ein al-Basha, donde los análisis encontraron que en la carne abundaban dos tipos de bacterias muy peligrosas: Enterococcus faecalis y Campylobacter.
El Enterococcus faecalis junto al Enterococcus faecium son precisamente las dos especies de enterococos predominantes en humanos, los cuales pueden sobrevivir en condiciones ambientales adversas, tal y como es el caso de las altas temperaturas que sufren en verano, y no solo es, también son capaces de resistir algunos agentes antisépticos.
Con mucha facilidad, los enterococos pueden contaminar superficies y dar pie a intoxicaciones importantes de modo que es importante no solo conservar bien los alimentos, sino que además hay que someterlos a buenas prácticas higiénicas. Entre las infecciones que se pueden padecer debido al Enterococcus faecalis están: endocarditis, infecciones del tracto urinario, prostatitis, infección intraabdominal, celulitis e infección de heridas, así como bacteriemia concurrente.
En cuanto a los Campylobacter, suelen causar su infección debido a las especies Campylobacter jejuni y Campylobacter coli, dos bacterias que provocan campilobacteriosis, que es una de las cuatro causas globales clave de enfermedades diarreicas, que suelen ser comunes cuando se producen intoxicaciones alimentarias, llegando a afectar a 550 millones de personas cada año.
Los casos de campilobacteriosis han aumentado en los últimos años, hasta llegar a ser la enfermedad diarreica humana que más transmiten los alimentos la Unión Europea y en España. Los síntomas que produce esta intoxicación son fiebre, diarrea, náuseas, vómitos y dolores abdominales.
Normalmente, la intoxicación se produce tras consumir carne, y en concreto, carne de ave. Suele pasar cuando los alimentos se comen crudos o de hecho, están mal cocinados. Por otro lado, el origen de este tipo de infecciones puede encontrarse también en la leche no higienizada y el agua contaminada. En caso de complicación, la campilobacteriosis puede originar eritema nodoso, convulsiones, artritis reactiva, síndrome de Guillain-Baré o incluso enfermedades inflamatorias intestinales.
Prevenir las intoxicaciones alimentarias
Si queremos prevenir la infección, nunca tenemos que dejar los alimentos a temperatura ambiente durante tiempo prolongado y tenemos que seguir una serie de normas higiénicas y de manipulación alimentaria que resultan básicas.
Es necesario además el uso agua y materias primas seguras, separar los alimentos crudos de los cocinados y en el caso concreto de los alimentos frescos, es imperativo conservarlos en lugares fríos (frigorífico o congelador).
Por último, para prevenir los brotes de campilobacteriosis es necesario además aplicar calor elevado ya sea el cocimiento o la pasteurización que elimina a la bacteria, o también asegurarnos de cocinar la carne de forma correcta.
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