Estafas

La carta que nadie quiere recibir y que tiene a media España en alerta: la Policía manda un aviso

Carta y Policía Nacional
Policía Nacional.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Recibir una carta supuestamente firmada por altos cargos de la Policía Nacional o del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) puede provocar muchísima angustia. El mensaje suele ser alarmante, utiliza un lenguaje jurídico complejo y acusa al destinatario de delitos extremadamente graves. Sin embargo, la Policía Nacional ha sido tajante al respecto: no se trata de una notificación oficial, sino de una estafa que se está difundiendo por correo electrónico. El objetivo no es otro que robar datos personales o bancarios mediante una técnica conocida como phishing.

Según ha explicado la Policía Nacional, el fraude consiste en una «carta oficial» completamente falsa que imita la imagen corporativa de instituciones del Estado para generar una apariencia de total autenticidad. «El objetivo es asustar para que la víctima actúe sin pensar», advierten los agentes. Los ciberdelincuentes se hacen pasar por responsables de organismos como el CNI o la Dirección General de la Policía, sabiendo el impacto psicológico que tienen estos nombres.

La carta de la que alerta la Policía Nacional

El funcionamiento de esta estafa es casi siempre el mismo. El usuario recibe un correo electrónico con una supuesta citación oficial. En ella se le informa de que está siendo investigado por delitos de extrema gravedad, como pornografía infantil, pedofilia, tráfico de drogas, ciberdelincuencia o comunicación con menores con fines sexuales.

El texto está lleno de tecnicismos legales y referencias a investigaciones internas. En muchos casos, se menciona incluso una supuesta investigación previa llevada a cabo por el CNI. Cualquiera que lea una acusación de este tipo puede entrar en estado de shock y sentir la necesidad urgente de defenderse o aclarar la situación. Y ahí está la trampa.

Tras las acusaciones, el documento insta a la víctima a actuar con rapidez. Se suele dar un plazo muy corto, normalmente entre 24 y 48 horas, para acceder a un enlace o descargar un archivo adjunto. En algunos casos, se amenaza directamente con consecuencias graves si no se actúa de inmediato:

  • Órdenes de detención
  • Multas de hasta 120.000 euros
  • Penas de prisión de varios años

Qué es el phishing

«El phishing es una técnica que consiste en el envío de un correo electrónico en el que los ciberdelincuentes suplantan la identidad de entidades, como nuestro banco, una red social, una entidad pública, una empresa reconocida o un servicio que utilicemos, y su objetivo es obtener toda la información personal y bancaria que puedan conseguir de nosotros, como usuarios y contraseñas, direcciones, datos de tarjetas de crédito, etc., realizar un cargo económico o infectar el dispositivo. Para ello, adjuntan archivos infectados o enlaces a páginas fraudulentas», explica el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).

Aunque las alertas sobre estas estafas son cada vez más frecuentes, los fraudes han evolucionado hasta volverse extremadamente sofisticados. Al interactuar con los enlaces incluidos en estas cartas, pueden ocurrir varias cosas:

  • Se descarga un virus informático capaz de registrar contraseñas o datos bancarios.
  • El usuario es redirigido a una web falsa que imita páginas oficiales.
  • Se solicita información personal, números de tarjeta o claves de acceso bajo cualquier excusa administrativa.
  • En algunos casos, se induce a realizar una transferencia bancaria para «resolver» la situación.

Una vez facilitados los datos, los delincuentes pueden vaciar cuentas, realizar cargos fraudulentos o suplantar la identidad de las víctimas para llevar a cabo estafas en su nombre.

Ante la magnitud del fraude, la Policía Nacional ha emitido un mensaje contundente: «No somos nosotros». Las autoridades recuerdan una regla básica que nunca falla: las citaciones judiciales o policiales reales jamás se envían por correo electrónico de forma masiva ni incluyen enlaces para descargar documentos o pagar multas. Ningún organismo oficial solicita datos bancarios, contraseñas o pagos urgentes a través de un email.

Ejemplo real

Algunas de estas cartas falsas incluyen textos como el siguiente:

«Tras una investigación llevada a cabo por nuestro Centro Nacional de Inteligencia, se ha detectado que usted ha participado en actividades ciberdelictivas relacionadas con pornografía infantil, pedofilia, exhibicionismo, ciberpornografía y comunicación con menores con fines sexuales en internet».

A continuación, se exige una respuesta inmediata a través de un enlace, bajo amenaza de detención, sanciones económicas muy elevadas o prisión. El objetivo es que la víctima actúe antes de detenerse a pensar.

En definitiva, la supuesta carta enviada por la Policía Nacional o el CNI no es real. Se trata de una estafa diseñada para robar datos personales o bancarios. El uso de acusaciones graves y un tono oficial busca bloquear la capacidad de razonamiento de la víctima. La Policía ha sido clara: ellos no envían este tipo de comunicaciones.

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