Acueducto de Segovia: todo lo que necesitas saber
El acueducto de Segovia es uno de los monumentos más importantes que tenemos en España. Fue construido en la época del Imperio Romano, a principio del siglo II d.C., entre el reinado del emperador Trajano y el emperador Adriano. Aunque la parte más representativa es la que vemos en la ciudad, el acueducto en realidad es mucho más. El agua brota desde los manantiales de la Fuenfría, hasta llegar a la fuente de la ciudad.
En la plaza de Día Sanz hace un giro brusco antes de dirigirse a la plaza del Azoguejo. Aquí es donde la depresión natural hizo que los romanos construyesen una de sus grandes obras arquitectónicas. En este tramo hay 44 arcadas dobles, es decir, 88 arcos en total.
Parte del acueducto de Segovia fue destruido por los musulmanes en el año 1072, pero fue reconstruido en el siglo XV. A pesar de haber llegado en unas condiciones de conservación muy buenas, en los últimos años ha sufrido graves deterioros. El paso de coches entre sus arcos (hasta 1992) o la celebración de algunas fiestas, hizo que se tuviese que llevar a cabo un proceso de restauración de 8 años. Actualmente, la contaminación es el gran enemigo.
Datos curiosos del acueducto de Segovia
- Longitud: el acueducto mide 16.186 metros, es decir, más de 16 kilómetros. Esto supone todo el conducto por el que se transporta el agua hasta llegar a la ciudad.
- Número total de arcos: el acueducto de Segovia cuenta con 167 arcos que se apoyan en 120 pilares. Para su construcción se usaron 20.400 sillares de granito.
- Caudal máximo: se estima que podía (y puede llevar) entre 20 y 30 litros por segundo. Esto es gracias a que su canal tiene unas dimensiones de 25x30x30 cm.
- Altura máxima: en su punto más alto llega a elevarse 28,10 metros del suelo. Tiene una pendiente de 0,3% en el puente y de 5,53% de manera continuada.