Fin a las desavenencias por el Palacio del Infantado: Cultura compra el derecho de uso por 853.000 €
Almudena de Arteaga y del Alcázar, duquesa del Infantado, no construirá finalmente una vivienda en el torreón trasero del Palacio del Infantado, sede el Museo de Guadalajara, y una de las arquitecturas góticas más curiosas de España. El Ministerio de Cultura ha comunicado que ha pagado a la aristócrata un total de 853.000 euros para adquirir definitivamente el derecho de uso y vivienda del citado palacio.
De Arteaga y del Alcázar ha rubricado con José Guirao, ministro de Cultura, un acuerdo en el que renuncia a usar el inmueble y a levantar una vivienda en su torreón trasero. El espacio fue cedido gratuitamente en 1960 por el Ducado para que se estableciera allí una institución cultural, pero había una condición y era que se reservara un espacio a los herederos, un derecho que incluía la habilitación de un piso para el disfrute ocasional de los nobles.
En 2009, tras una sentencia del Juzgado de Primera Instancia de Guadalajara, del año 2009, obligaba al Estado a reservar espacios en el edificio para que el duque del Infantado pudiera habitar en ellos de forma «ocasional». Por ello, el Museo de Guadalajara podrá disponer ahora de la totalidad del Palacio para la programación de sus actividades.
«Ha costado trabajo y muchos años, pero se le ha devuelto a la ciudad de Guadalajara un espacio estratégico», ha explicado el director general de Bellas Artes, Román Fernández-Baca. Además, ha añadido que la cartera ministerial tenía claro que «había que ejercer un diálogo para comprar este espacio» y ha asegurado «haber cumplido el compromiso que se había contraído con la ciudad».
Por su parte, el alcalde de la ciudad alcarreña, Alberto Rojo, ha señalado que esta firma supone «un día histórico en el que el Palacio del Infantado vuelve a pertenecer a todos los vecinos de la ciudad». Ha comentado que en el acuerdo «ha primado el sentido común» y ha querido agradecer a la duquesa «su colaboración absoluta».
La cantidad abonada a la duquesa ha sido fijada mediante la valoración económica del espacio de acuerdo a los parámetros oficiales de tasación. «Es un precio al que se ha llegado a través de un estudio comparado. Son valoraciones aprobadas por el Ministerio de Hacienda», han explicado. Con esta alianza, Cultura se compromete a reservar un espacio en el museo para documentar el vínculo entre la Casa del Infantado y la ciudad de Guadalajara.
Tras esta firma, que ya llevaba algunos años enquistada, se pone fin a una polémica entre el Estado y los descendientes del Duque del Infantado. Tras la sentencia de 2009, la cartera de Cultura resolvió en 2013 iniciar el procedimiento para reservar con carácter permanente las dependencias dentro de la citada arquitectura. En enero de 2016, el Juzgado de Primera Instancia de Guadalajara requirió al Ministerio que llevara a cabo la habilitación de esas dependencias.