Puerto, aeropuerto y tren: 14 infraestructuras que Alicante reclama a Sánchez para competir en España
Empresarios, políticos y sociedad civil claman en Alicante contra los PGE de Sánchez: «¡Basta ya!»
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Las principales organizaciones empresariales de la provincia de Alicante han multiplicado su grado de protesta contra la previsión de inversiones por habitante de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que ha elaborado el Gobierno de España que preside el socialista Pedro Sánchez para 2023. Apenas 84,5 euros por habitante. En total, 198 euros menos que la media nacional, que supera los 283. Frente a todo ello, la Cámara de Comercio de Alicante, que preside Carlos Baño, de acuerdo con las de Alcoy y Orihuela y la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), ha establecido una relación de 14 infraestructuras prioritarias para las que esta provincia reclama inversiones a Sánchez.
El objetivo es acabar con el «ninguneo», el «abandono» y la «discriminación» que a juicio de los empresarios, políticos y sociedad civil sufre el territorio por parte del Gobierno de Sánchez. Además, pretenden lograr las herramientas económicas que den soporte a las infraestructuras a través del reconocimiento de su población ajustada, la aportación al Producto Interior Bruto (PIB) y la compensación por ser la primera provincia de España que no es capital autonómica en el pago de impuestos al Estado. Y la séptima contando a esas capitales autonómicas.
Quieren que la provincia de Alicante compita en igualdad de condiciones con el resto de España, generar empleo y riqueza y paliar el déficit inversor. Estas son esas 14 infraestructuras prioritarias para la provincia de Alicante. A las que hay que sumar una más totalmente imprescindible: el agua.
Las 14 reivindicaciones
Finalización del Corredor Mediterráneo, incluyendo la electrificación del acceso al Puerto de Alicante. Su retraso bloquea el crecimiento económico y la creación de empleo.
Segunda pista del aeropuerto Alicante-Elche. Hay 3 alternativas, pero las 2 primeras afectan a los saladares de Aguamarga, que están incluidos en el catálogo de Zonas Húmedas de la Generalitat Valenciana. Como el ritmo crecimiento de tráfico va por delante de las previsiones, se corre el peligro de que sature y el tráfico potencial que no puede absorber vaya a otros destinos, lo que estrangularía el crecimiento económico de la zona.
Tercer carril de la A-31 Elda-Monforte del Cid. La A-31 conecta Alicante y Madrid, pero también da acceso a muchas localidades. Es esencial para el tráfico turístico, de negocio y de mercancías y se ha quedado obsoleta por el incremento del paso de vehículos.
Mejora del ferrocarril Alcoy-Játiva, tren de la costa Alicante-Valencia y la conexión ferroviaria con Torrevieja. Esta última, sólo tiene conexión con Alicante por carretera, pero es un foco turístico cada vez más importante.
Eje ferroviario Alicante-Elche, fundamentalmente la variante de Torrellano en su trazado original. Un proyecto paralizado hace 11 años (2011).
Intercambiadores de mercancías de San Isidro, el área funcional del Alicante-Elche y el Puerto Seco.
Tercer carril de la A-70, eliminación del peaje de la AP-7 y paso inferior en rotonda de la Universidad de Alicante. La A-70 es el primer cinturón de circunvalación de Alicante. Se dirige hacia Elche, donde se incorpora a la A-7. Conecta el área metropolitana industrial y turística de Alicante.
Duplicación de la CV-95 entre Orihuela y Torrevieja. Esta es una vieja aspiración de toda la comarca. Dos poblaciones cercanas que acumulan tráfico y muchos retrasos en el trayecto. Duplicación de la N-332 en Torrevieja. Otro embudo. Y mejora de la CV-70 para la conexión de Las Marinas con las comarcas centrales.
Pulso sostenido
Además de todas estas reivindicaciones, la Cámara de Comercio de Alicante, que reúne a más de 144.000 empresas, creará un equipo integrado por empresarios de todos los sectores para recabar y estudiar necesidades de toda la provincia y elaborar propuestas y análisis que trasladará a las distintas administraciones, así como un seguimiento de las inversiones. Por tanto, la reivindicación de los PGE de Sánchez que podía entenderse como un principio y final va más allá y apunta a un pulso sostenido para que Alicante recupere su posición económica, financiera, empresarial e industrial en el mapa de España.