Intervenidas en un restaurante de Santa Pola 35 langostas sin garantías de ser aptas para consumo
En el establecimiento se han intervenido 7 pulpos de roca sin la documentación que acredita que son aptos para el consumo
La Guardia Civil busca ahora al pesquero que ha efectuado las capturas de las langostas y los pulpos
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha intervenido en un restaurante de la localidad alicantina de Santa Pola un total de 35 langostas y siete pulpos de roca capturados supuestamente de forma ilegal. Todos los ejemplares estaban siendo comercializados sin que estuviera acreditada la trazabilidad ni las garantías sanitarias para su consumo. La investigación que ha originado la intervención del Seprona sigue abierta a fin de localizar al pesquero que presuntamente ha efectuado las capturas. Todo ello, según la propia Guardia Civil.
Según las mismas fuentes, los ejemplares se hallaban en arcones de congelados del establecimiento sin el correspondiente etiquetado ni documentación que pudiese garantizar el origen, la fecha de caducidad ni que hubiesen superado los controles sanitarios, que acreditan que son aptos para el consumo humano.
El producto intervenido ha quedado a disposición de la Dirección General de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca de la Generalitat Valenciana. Además, los hechos han sido puestos en conocimiento del Centro de Salud Pública de Elche. Este último, depende, a su vez, de la Consejería de Sanidad. Y es el organismo competente para la protección de la salud frente a los riesgos asociados al consumo de alimentos.
Las investigaciones se centran ahora en localizar al pesquero que supuestamente ha efectuado las capturas ilegales de los productos hallados por la Guardia Civil en el citado restaurante, así como en ubicar, también, la zona en que se están efectuado las citadas capturas. Según la Guardia Civil, en el caso de los ejemplares de pulpo hallados en los arcones del restaurante, se trata de ejemplares inmaduros.
Se da la circunstancia de que la localidad alicantina de Santa Pola se encuentra muy próxima a la isla de Tabarca. Esta última, una reserva marítima en que la pesca de la langosta se encuentra prohibida
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