Guerra sanitaria en Torrevieja: los afectados se irán «con una mano delante y otra detrás»
Guerra sanitaria en Torrevieja: los afectados se iran «con una mano delante y otra detrás». El comité de empresa del hospital de Torrevieja pide que se reconozcan los derechos del personal afectado por los despidos ‘diferidos’.
El gran caballo de batalla en los despidos ‘diferidos’ de la Generalitat Valenciana en el hospital de Torrevieja de decenas de médicos generalistas, algunos con 15 años de antigüedad según fuentes de los trabajadores, son las condiciones en que esos médicos quedarán cuando dejen el hospital. Su salida puede ser inmediata o no en función del tiempo que la Consejería de Sanidad valenciana tarde en hallar sustitutos. Los afectados se irán «con una mano delante y otra detrás», como reconocen fuentes del comité de empresa.
Inicialmente, no debía ser así. Los trabajadores defienden que el decreto que fija de las condiciones laborales del Hospital de Torrevieja tras la reversión sitúa a todos ellos como personal laboral fijo a extinguir por la Consejería de Sanidad, mientras que ahora, desde esa misma consejería se les considera personal subrogado de forma excepcional y transitoria. Según ese documento, la Generalitat Valenciana subrogó todos los contratos el mismo día de la reversión, tanto temporales como indefinidos, con lo que los trabajadores afectados debían seguir en sus puestos en condición de personal laboral a extinguir. Es esta circunstancia la que ha soliviantado los ánimos de los trabajadores, que entienden que los médicos generalistas que irán saliendo en función de que la búsqueda activa de médicos especialistas ofrezca resultados, tienen derechos. Entre ellos el de percibir una determinada indemnización al consumarse sus despidos.
En las últimas horas, los ojos de los trabajadores se dirigen no sólo hacia Puig y la consejera de Sanidad valenciana Ana Barceló, sino también hacia la secretaria autonómica firmante de la carta a los trabajadores afectados: Isaura Navarro, de Compromís, cuya intervención comienzan a considerar clave en todo el procedimiento. Critican, también, el hecho de que en lugar de anunciarse un incremento de personal la primera intervención del Ejecutivo autonómico sea para notificar despidos ‘diferidos’, aunque esos puestos los ocupen otros facultativos. Todas esas circunstancias han agravado la situación, sumadas a que según el comité de empresa, algunos de los trabajadores que más tarde o más temprano se verán afectados por los despidos llevan más de 15 años prestando sus servicios en el hospital. La mayoría de ellos, según afirman, son extranjeros. Por tanto, personas que en algunos casos tienen reconocida su especialidad en los países de origen, pero no así en España donde se les solicita el MIR, del que carecen.