Virus

Los virus zombis

Los virus zombis
El nuevo contagio que ha hecho saltar todas las alarmas: los síntomas del virus del mono B en humanos
Francisco María
  • Francisco María
  • Colaboro en diferentes medios y diarios digitales, blogs temáticos, desarrollo de páginas Web, redacción de guías y manuales didácticos, textos promocionales, campañas publicitarias y de marketing, artículos de opinión, relatos y guiones, y proyectos empresariales de todo tipo que requieran de textos con un contenido de calidad, bien documentado y revisado, así como a la curación y depuración de textos. Estoy en permanente crecimiento personal y profesional, y abierto a nuevas colaboraciones.

Desde hace décadas, la figura de los zombies ha fascinado a la sociedad en general, convirtiéndose en un tema recurrente en películas, series, videojuegos y literatura. Estas criaturas sedientas de carne humana se alimentan de nuestros miedos más profundos y han logrado mantenernos al borde de nuestros asientos en innumerables ocasiones.

Un concepto popular

El concepto de un virus que convierte a las personas en zombies ha sido ampliamente explorado en la cultura popular. Aunque sabemos que es solo ficción, resulta interesante analizar qué tan realistas son estas historias y si podríamos enfrentarnos algún día a un brote de virus zombies.

Antes de profundizar en el tema, debemos aclarar que hasta el momento no existe evidencia científica de que los zombies sean reales. No hay virus ni enfermedad conocida que pueda convertir a una persona en un muerto viviente. Sin embargo, la idea de un virus que altera el comportamiento humano no es tan descabellada como parece.

Ejemplos de parásitos

Existen numerosos ejemplos de parásitos y virus que pueden afectar el comportamiento de sus huéspedes. Por ejemplo, el toxoplasma gondii, un parásito que se encuentra en las heces de los gatos, puede infectar a los seres humanos y alterar su comportamiento. Se ha demostrado que las personas infectadas tienen más probabilidades de correr riesgos innecesarios y de sufrir accidentes de tráfico.

Otro ejemplo es el virus de la rabia, el cual afecta al sistema nervioso central de los mamíferos, incluidos los seres humanos. En las etapas avanzadas de la enfermedad, los síntomas pueden incluir agresión, confusión mental y dificultad para tragar, lo cual podría asemejarse vagamente al comportamiento de un zombie.Zombie

No zombies, sino muerte

Sin embargo, la idea de un virus que convierte a las personas en zombies tal como los conocemos en las películas es altamente improbable. La muerte cerebral es irreversible y no hay forma de que una persona pueda volver a la vida después de estar muerta por un largo período de tiempo.

Además, el cuerpo humano se descompone rápidamente después de la muerte, por lo que sería físicamente imposible que un cadáver caminara y fuera capaz de cazar a seres humanos vivos. Aunque la ciencia nos dice que los zombies no son reales, esto no impide que sigamos disfrutando de estas historias ficticias que juegan con nuestros miedos más profundos.

Las películas y series de zombies nos permiten explorar temas como la supervivencia, la moralidad y la lucha por la supervivencia en un mundo postapocalíptico. Nos sumergen en un escenario donde los recursos son escasos y la única opción es enfrentarse a hordas de muertos vivientes sedientos de sangre.

Una necesaria reflexión

Además, estos relatos nos permiten reflexionar sobre nuestra propia humanidad y cómo reaccionaríamos en situaciones extremas. ¿Seríamos capaces de mantener nuestra bondad y empatía o nos convertiríamos en seres despiadados dispuestos a todo por sobrevivir?

Aunque la ciencia nos dice que los zombies no son reales, esto no ha impedido que sigamos disfrutando de estas historias que exploran nuestros miedos y nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia humanidad. Así que, mientras disfrutamos de estas obras de ficción, podemos estar tranquilos sabiendo que los zombies solo existen en nuestra imaginación.

Lo último en Ciencia

Últimas noticias