El SETI y sus nuevos métodos para detectar inteligencia extraterrestre
La posibilidad de comunicarse con civilizaciones avanzadas es un tema complejo que abarca la ciencia, la tecnología, la ética y la filosofía.
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La búsqueda de inteligencia extraterrestre, o SETI, por sus siglas en inglés, es un área de la astronomía y de la astrobiología que, como el nombre lo indica, se dedica a la búsqueda de evidencia sobre vida inteligente en otros planetas. Ha llevado a que durante décadas los científicos diseñen múltiples estrategias para detectar señales de civilizaciones alienígenas.
El SETI se centra en la búsqueda de “tecnofirmas”, esto es, evidencias tecnológicas que sean detectables y sugieran la existencia de vida extraterrestre. Se basa en la premisa de que las civilizaciones alienígenas con cierto grado de desarrollo envían señales de radio que pueden ser captadas desde la Tierra.
Nuevos métodos
La falta de resultados concretos ha llevado a explorar novedosos métodos para detectar inteligencia extraterrestre en los últimos años. Uno de los avances más interesantes es la utilización de supernovas como puntos de referencia en la búsqueda de señales de vida inteligente.
Esta idea se basa en la teoría de los puntos de Schelling. Esta teoría fue formulada por el economista Thomas Schelling y señala que dos partes que no pueden comunicarse directamente pueden encontrar una forma de coordinarse. Tendrían que identificar un punto común y obvio en el que ambas se encontrarían.
De lo anterior se desprende que las civilizaciones avanzadas podrían utilizar eventos astronómicos raros y fácilmente identificables, como las supernovas, para enviar señales al espacio, esperando que otras civilizaciones inteligentes las detecten.
Dicho de otro modo, puesto que las supernovas son fenómenos extremadamente brillantes y relativamente raros, podrían servir como un “punto de Schelling” para coordinar la búsqueda de señales. Se trata de una idea especulativa, pero aun así ofrece una forma lógica de plantear la búsqueda de vida inteligente.
El elipsoide SETI
Con base en los puntos de Schelling se formuló una propuesta conocida como elipsoide SETI. Se trata de un planteamiento que pretende identificar las áreas del espacio donde una civilización extraterrestre podría haber emitido señales dirigidas a la Tierra. Como ya se indicó, las supernovas se consideran puntos de referencia ideales.
El elipsoide SETI hace referencia a la región del espacio en la que una supernova es visible tanto para una civilización extraterrestre como para los humanos. Por lo tanto, esta sería una zona de contacto potencial. De este modo, los científicos pueden concentrar sus esfuerzos en áreas específicas del cielo, haciendo más manejable la búsqueda de señales.
A través del elipsoide SETI, los investigadores podrían buscar señales artificiales que se emitan en sincronización con la supernova.
El estudio de SN 1987A
Uno de los ejemplos más conocidos de la aplicación de este concepto es la supernova SN 1987A. Tuvo lugar en la Gran Nube de Magallanes, a unos 168.000 años luz de la Tierra. Esta supernova fue elegida como un posible “punto de Schelling” debido a su visibilidad y su relevancia.
Un equipo de investigadores del Instituto SETI de Berkeley y la Universidad de Washington utilizó datos obtenidos por el Satélite de Encuesta de Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA. Investigaban la posibilidad de que una civilización extraterrestre haya enviado señales dirigidas a la Tierra utilizando la supernova SN 1987A como punto de referencia.
En su estudio, los investigadores se centraron en una región específica del cielo donde la supernova era visible, buscando tecnofirmas. Aunque no hubo resultados significativos, este es un paso importante en la exploración del elipsoide SETI.
Superando obstáculos
Uno de los mayores obstáculos en la búsqueda de inteligencia extraterrestre es la potencial falta de coordinación entre las civilizaciones. Debido a las enormes distancias cósmicas, las señales pueden tardar miles de años en llegar a su destino. Esto reduce notablemente la posibilidad de que dos civilizaciones coincidan en el tiempo y el espacio para establecer contacto.
La utilización de puntos de Schelling son una opción para superar este obstáculo. Incrementa la probabilidad de que una señal sea detectada, en tanto reduce la incertidumbre sobre dónde y cuándo buscar.
Tecnologías avanzadas y métodos alternativos
A medida que la tecnología avanza, también lo hacen las posibilidades de comunicación. La teoría de la transferencia de información a través de láseres de alta potencia o el uso de ondas gravitacionales son solo algunas de las ideas que se están explorando. Además, se ha propuesto el uso de sondas espaciales para enviar mensajes a otras estrellas, aunque los tiempos de respuesta serían astronómicos.
Retos éticos y filosóficos
Además de los retos técnicos, la búsqueda de civilizaciones avanzadas plantea importantes preguntas éticas y filosóficas. ¿Deberíamos intentar comunicarnos si existe el riesgo de que una civilización más avanzada pueda ser hostil? ¿Cómo afectaría a la humanidad el descubrimiento de vida extraterrestre? Estas cuestiones son fundamentales para el futuro de la exploración espacial.
Conclusión
A medida que continuamos explorando el cosmos, la búsqueda de respuestas a estas preguntas nos lleva a reflexionar sobre nuestro lugar en el universo y la naturaleza de la vida misma. Aunque aún no hemos logrado establecer contacto, el viaje hacia ese objetivo nos ofrece valiosas lecciones sobre la humanidad y su deseo innato de conexión.
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