Según la NASA, existe agua en el asteroide Bennu
Según la NASA, existe agua en el asteroide Bennu, lugar al que ha llegado hace poco con su sonda Osiris-Rex, donde pretende estudiar el posible origen de la vida en nuestro planeta salida del choque de estas rocas ancestrales contra este mundo.
Recordemos que hace pocos días que la Osiris-Rex, la sonda enviada por la NASA, entró a orbitar este trozo de roca interestelar sobre el que se pretende posar y que extraerá pequeños pedazos que serán enviados a la Tierra para su estudio.
Sin embargo, mientras eso sucede, para lo que todavía queda bastante tiempo, la sonda ha comenzado a estudiar el asteroide, y ha encontrado la presencia de agua en una roca muy antigua, compuesta por las mismas moléculas que la que hay en nuestro mundo y dio origen a la vida en el mismo.
Agua en el asteroide Bennu
Recordemos que la sonda que orbita el asteroide está equipada con dos espectrómetros, que son los encargados de detectar la presencia de hidroxilos, es decir, moléculas que tienen átomos de hidrógeno y oxígeno adheridos entre sí, o sea, básicamente agua.
De hecho, según el comunicado de la NASA, aunque la presencia de los hidroxilos es más bien residual, estarían repartidos a lo largo de todo el asteroide, por lo que es normal que sea habitual encontrarlos en estos planetoides.
No obstante, pese a la presencia de estas moléculas, se considera que Bennu es demasiado pequeño para albergar agua, aunque está claro que en algún momento se debió contener en un cuerpo paralelo, casi seguro que en un asteroide de mucho mayor tamaño.
De momento, la llegada de la sonda de la NASA para estudiar este planetoide está ofreciendo excelentes resultados, y eso que lleva apenas unos días en órbita a su alrededor.
Ahora, durante los dos próximos meses, localizará un lugar aceptable para aterrizar y posarse sobre la superficie del asteroide con la intención de recoger muestras que serán enviadas hasta la Tierra para su evaluación y estudio.
Todavía queda mucha misión por delante, pues, si todo va bien, las muestras se espera que lleguen hasta nuestro planeta en 2023. Sea como fuere, será beneficioso ser pacientes, pues es seguro que estas rocas esconderán grandes secretos que incluso podrían explicar el origen del Sistema Solar y de la vida en nuestro mundo.
De momento, es evidente que la misión está siendo muy productiva, puesto que se considera que Bennu debió ser parte de un asteroide mucho más grande que tenía agua. ¿Qué pasaría con el resto del planetoide?