Sale a la luz la realidad sobre bañarse en agua fría: así es como realmente afecta a tu salud
Así es cómo afecta bañarse en agua fría, según una experta
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La realidad de bañarse en agua fría ha salido a la luz, los expertos advierten de los verdaderos efectos de esta práctica que llega con fuerza. Cada vez más personas deciden renunciar voluntariamente al agua caliente en casa por un poderoso motivo.
La tendencia actual dice que ayuda a acelerar el metabolismo y a perder grasa, además de ayudar a un sistema inmunológico que es esencial ante determinadas enfermedades que llegan con los cambios de temperatura. A partir de ahora sabrás qué pasa si te bañas en agua fría cada día.
La verdad sobre bañarse en agua fría
Las redes sociales han contribuido a que muchas personas decidan renunciar al agua caliente o incluso añadan algo de hielo a sus baños. No importa la época del año, es algo que se realiza a diario y durante un cierto tiempo para, según ellos, acelerar el metabolismo y conseguir buenos resultados.
Estamos ante un elemento que puede darnos una serie de dudas razonables. Después de años de lucha para conseguir que todas las casas tengan agua caliente. Seguramente has vivido algún que otro episodio en el que se rompe el termo. No hay otro remedio que bañarse en agua fría o calentar agua en ollas.
Es algo que nos remonta a años atrás o nos hace sentir afortunados cuando vuelve esa agua caliente a la que muchos renuncian ahora. Vuelve la necesidad de tener en mente un elemento que puede acabar siendo el que marque una diferencia importante y se convierta en el mejor aliado de una salud de hierro.
Bañarse en agua fría puede ser una manera de acelerar el metabolismo y ayudarle a perder peso. Eso sí, siempre que se acompañe de comida saludable y un poco de actividad física. También es posible que necesitemos algunos elementos que nos acompañen para poder poner en práctica ese cambio de rumbo que queremos conseguir.
El agua fría sirve también para acostumbrarnos a unos cambios de temperatura que no deberían hacernos enfermar, sino todo lo contrario. Es hora de que nos empecemos a preparar para ver llegar una situación radicalmente distinta a la esperada. Los expertos han dado cuenta de lo que supone bañarse en agua fría cada día. Esto es lo que le pasa a tu cuerpo, realmente si haces esto, cada día.
Así es como realmente afecta a tu salud
Tu salud es lo más valioso que tienes, mantenerla es algo esencial, especialmente en estos tiempos que corren. Hay que ponerse manos a la obra a la hora de conseguir sentirse mejor con una serie de elementos que son claves y que acabarán marcando una diferencia importante.
La Doctora María Sanz Almazán, miembro del Grupo de Trabajo de Enfermedad Cardiovascular de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), no ha dudado en aclarar de una vez por todas qué supone bañarse en agua fría para el cuerpo. De esta manera despeja cualquier duda posible, sobre los efectos sobre el cuerpo de esta práctica.
Tal y como indica desde su blog: «Los efectos fisiológicos que produce el del frío en nuestro cuerpo son los siguientes:
Analgésico: al disminuir la temperatura de la piel por debajo de los 15ºC (sin bajar de los 5-7ºC) se produce un efecto de desaceleración en la conducción nerviosa, y con ello la disminución del dolor de forma local. Antiinflamatorio: el frío limita la liberación de sustancias inflamatorias por las células, haciendo que la respuesta inflamatoria sea menos intensa. Además, durante la inflamación se produce una dilatación de los vasos sanguíneos, que se contrarresta con la vasoconstricción secundaria a la aplicación del frío, disminuyendo el calor y el edema. Vasoconstricción de los vasos sanguíneos superficiales: el frio produce un cierre rápido de los vasos sanguíneos. Efecto en el sistema nervioso: disminuye la velocidad de conducción nerviosa y el espasmo muscular. Aumenta el ritmo cardiaco y se liberan neurotransmisores como la adrenalina y la noradrenalina.
Sin embargo, la evidencia científica en relación con los beneficios de las duchas de agua fría es muy limitada y poco concluyente; lo que se conocen son las aplicaciones del efecto fisiológico del frío en nuestro organismo.»
Concluye con el hecho de que: «El alternar duchas de agua fría con duchas de agua caliente, se denomina baños de contraste. Los contrastes de temperatura nos ayudan a relajar la musculatura y a estimular la circulación. Los baños de contraste también son muy útiles en el tratamiento de lesiones musculoesqueléticas por su efecto antiinflamatorio y favorecer la reabsorción del edema, debido a la alternancia de los fenómenos de vasoconstricción y vasodilatación, es decir, el cierre y la apertura de los vasos sanguíneos, mejorando así la circulación».
Recalcando también qué personas no pueden bañarse en agua fría y sus contraindicaciones: «Una ducha fría no supone por sí misma ningún riesgo para la salud. Salvo las patologías que se enumeran a continuación, no existen contraindicaciones o efectos adversos importantes relacionados con las duchas de agua fría, por lo que las personas que lo utilicen y les siente bien no tienen por qué dejar de hacerlo. Síndrome de Raynaud, Alergia o hipersensibilidad al frío, Crioglobulinemia o enfermedades cardiovasculares. El frío puede ser perjudicial para las personas de edad avanzada o con enfermedades como: diabetes, hipertensión, cardiopatía o enfermedad cardiovascular. El frío produce el estrechamiento de los vasos sanguíneos y el aumento de la frecuencia cardiaca, disminuyendo la cantidad de sangre que llega al corazón y puede dar lugar a síncopes, angina de pecho o infartos».
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