La resurrección del mamut, un paso más cerca: científicos crean ratones lanudos con pelo de su ADN
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El mamut es uno de los animales más emblemáticos de la era glacial. Los últimos desaparecieron hace unos 4.000 años y, en la actualidad, sólo podemos verlos en museos, libros y películas. Sin embargo, la ciencia nunca se detiene y ya hay investigadores que buscan revivir al mamut o, al menos, recrear algo que se le parezca.
La empresa Colossal Biosciences ha dado un paso significativo en esta dirección: ha creado ratones genéticamente modificados con un pelaje largo, grueso y rizado, similar al de los mamuts. El siguiente desafío es ampliar la escala y llevar estas modificaciones a un elefante.
Los primeros pasos hacia la resurrección del mamut
La empresa Colossal ha dedicado años al estudio del ADN antiguo para identificar los rasgos clave de especies extintas y reintroducirlos en animales vivos. Su meta no es clonar un mamut, sino modificar un elefante asiático para que se asemeje a su pariente prehistórico.
El experimento con ratones lanudos es una prueba de concepto crucial. A través de edición genética, los científicos de Colossal modificaron siete genes en ratones de laboratorio, centrándose en aquellos que regulan la textura, el color y la longitud del pelaje.
«No hemos tomado genes de mamut y los hemos puesto en un ratón», explicó Beth Shapiro, directora científica de la empresa. «Hemos buscado las variantes de ratón de los genes que creemos que son útiles en los mamuts y luego hemos creado ratones que tienen muchas de estas modificaciones simultáneamente».
Uno de los cambios más importantes fue la desactivación del gen FGF5, lo que permitió que el pelo creciera hasta tres veces más de lo normal. Otras modificaciones en genes como FAM83G, FZD6 y TGM3 hicieron que los roedores desarrollaran un pelaje más denso y rizado. Además, una mutación en el gen MC1R cambió la coloración del pelo, tornándolo rubio o rojizo, similar al de los mamuts lanudos.
Los desafíos de llevar las modificaciones del mamut a un elefante
Si bien el experimento con ratones ha sido un éxito, trasladar estos cambios a un elefante presenta desafíos mucho mayores. «Los elefantes tienen pelo, pero la densidad del pelo es mucho menor que la de otros mamíferos, por lo que incluso si pudieran hacer esas mutaciones en un elefante asiático […] sería muy escaso», explicó Vincent Lynch, biólogo de la Universidad de Buffalo.
«Por lo tanto, lo que hay que hacer, en realidad, es una serie de modificaciones adicionales del genoma para encontrar de alguna manera una forma de aumentar la densidad del pelo», aclaró Lynch.
Otro obstáculo es la complejidad del genoma de los mamuts. Editar unos pocos genes no basta para recrear la especie; serían necesarias cientos, si no miles, de modificaciones para obtener un animal con todas sus características.
Por otra parte, la resurrección del mamut también plantea cuestiones éticas y científicas. Ben Lamm, en declaraciones a CBS News Boston, reconoció la magnitud del reto: «Estamos en el mundo de la biología sintética. Estas herramientas existen. Debemos ser muy cuidadosos con las consecuencias intencionadas y no intencionadas de nuestras acciones».
Colossal ha logrado atraer inversiones millonarias, con más de 400 millones de euros recaudados hasta la fecha. Entre sus patrocinadores figuran nombres como Peter Jackson, director de El Señor de los Anillos, y Mark Walter, copropietario del Chelsea y los Dodgers de Los Ángeles.
Sin embargo, algunos científicos siguen escépticos sobre la viabilidad de revivir especies extintas. Louise Johnson, bióloga evolutiva de la Universidad de Reading, ha sido contundente: «En teoría, se podría introducir un gen de vellosidad en un elefante y este se parecería bastante a un mamut, pero no sería un mamut en ningún sentido significativo».