Milkómeda: la colisión que fusionará la Vía Láctea con la vecina Andrómeda

Los astrónomos han demostrado desde hace tiempo que la galaxia Andrómeda se encuentra en curso de colisión con nuestra galaxia. Los especialistas auguran que los agujeros negros súper masivos que se encuentran en los centros de la Vía Láctea y las galaxias de Andrómeda están condenados a engullirse unos a otros, pero hasta el momento no se conocían exactamente el tiempo, las características y las consecuencias de esta gigantesca colisión.

Detección de la colisión en el espacio

Las galaxias se fusionarán en una galaxia elíptica gigante, apodada Milkómeda, en aproximadamente unos 10.000 millones de años. Pero no se han hecho estimaciones sobre lo que sucederá con los gigantescos agujeros negros que cada galaxia alberga en su núcleo.

Las nuevas simulaciones revelan su destino final. Después, los agujeros negros comenzarán a orbitar entre sí y finalmente colisionarán. Según los nuevos estudios, esto sucederá unos 17 millones de años después.

Siguiendo estas proyecciones, cuando los agujeros negros rompan entre sí, irradiarán ondas gravitacionales con el poder de 10 soles quintillones. Por ello, cualquier civilización que se encuentre en un radio de 3.25 millones de años luz del planeta Tierra, y tenga tecnología de detección de ondas gravitacionales, a la par de nuestras habilidades actuales, será capaz de detectar la colisión.

Los últimos datos sugieren que Andrómeda se acerca a nosotros a unos 116 kilómetros por segundo, según afirma Riccardo Schiavi, astrofísico de la Universidad Sapieza de Roma.

Características de la gran fusión de Milkómeda

Las simulaciones realizadas anteriormente han sugerido que Andrómeda y la Vía Láctea están encaminadas a una colisión frontal en 4.000 o 5.000 millones de años.

Este nuevo estudio, sin embargo, estima que a partir de allí se seguirán fusionando durante unos 6.000 millones de años más. La fecha de fusión de Milkómeda es un poco más extensa de lo que se creía, afirma Roeland van derMarel, astrónomo del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial en Baltimore, quien no participó en la investigación.

Este experto también señala que eso podría deberse, en parte, a la incertidumbre que generan los resultados de las mediciones de la velocidad de la galaxia Andrómeda a través del cielo. La galaxia Andrómeda no es la galaxia más cercana a la nuestra. La que está más cerca es la Enana Mayor Canis, y esta será la que probablemente se fusione primero con la Vía Láctea.

Cuando las galaxias se fusionan, la distancia entre las estrellas es tan grande que la mayoría apenas cambian su curso. Algunas estrellas chocarán y otras se canibalizarán entre ellas. En el momento de la futura fusión, nuestro Sol se habrá convertido en estrella gigante roja y el planeta Tierra ya no existirá como tal.

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