Investigaciones científicas

Los malos olores que nos hacen más sanos… Según la ciencia

Algunos malos olores, como la clásica flatulencia, pueden ser muy positivos

malos olores
Los malos olores que nos hacen más sanos… Según la ciencia y un nuevo estudio

Aunque parezca sorprendente y hasta un poco ‘asqueroso’, ciertos malos olores, según la ciencia, nos permiten estar más sanos y tener una vida más equilibrada y saludable. ¿No nos crees? Pues te vamos a demostrar con datos que esto es así, por lo que oler mal no siempre es sinónimo de mala salud.

No obstante, tampoco hay que exagerar. Es decir, estamos hablando de ciertos olores que nos pueden hacer más saludables. O sea, otros muchos, tal vez una gran mayoría, no siempre muestran que algo sea sano o equilibrado, este detalle no lo debemos olvidar nunca. Así que, si te huelen las axilas o notas un aroma a podrido que echa para atrás, no tiene por qué ser sinónimo de bueno en la mayor parte de ocasiones, pero tampoco malo.

El estudio que muestra los malos olores que pueden ser saludables

No obstante, desde la Universidad de Exter se han preguntado esta cuestión, y afirman, tras un largo y concienzudo estudio, que ciertos olores que son realmente desagradables, siempre en píldoras pequeñas y dosis adecuadas, pueden ser realmente sanos.

Es el caso, por ejemplo, de las flatulencias. Y es que, cuando un ser humano se tira lo que popularmente se conoce como pedo, emite una sustancia que contiene sulfuro de hidrógeno, y que podemos lanzar fácilmente tras comer unas buenas judías.

Pues bien, este pestilente aroma que sale de nuestro cuerpo, es muy útil para prevenir el daño celular. Así pues, y siempre que no apestes a nadie ni hagas la vida imposible a tu compañía, recuerda que no haces daño a nadie lanzando algún que otro pedo y tu cuerpo agradecerá emitir estas sustancias.

Además, a tenor de las investigaciones del grupo científico, se ha creado un compuesto conocido como AP39, que contiene una base de sulfuro de hidrógeno. Dicha sustancia se ha aplicado a una mitocondria de una célula, que es la fuente de energía de estas, y se ha observado que es capaz de prevenir el daño de las mismas.

Así que ya sabes, por mucho que tus pedos huelan a huevo podrido y alejen a la gente de tu lado, en realidad estás emitiendo compuestos capaces de prevenir ataques cardíacos, accidentes cerebro vasculares, diabetes, demencia e incluso apoplejías.

Y es que, si las células están enfermas, pueden sufrir estrés, por lo que absorben enzimas que generan sulfuro de hidrógeno en cantidades pequeñas que mantiene en funcionamiento las mitocondrias y logran que las células se mantengan vivas.

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