Estudio demuestra que la exposición a la naturaleza puede mejorar la salud mental
La naturaleza nos brinda una serie de beneficios que pueden tener un impacto positivo en nuestra salud mental y emocional.
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Cuando el estrés de la vida laboral y cotidiana comienza a hacer estragos en la salud mental, escaparse un fin de semana a la montaña, el campo o la sierra puede ser una gran idea. Cada vez son más los estudios que reiteran los beneficios de la interacción con la naturaleza para la salud mental. En una investigación reciente publicada en la revista científica JAMA Network Open, se comprobó que cuanto más expuestas estén las personas a la naturaleza, mejor será su salud mental.
La vegetación en el lugar donde se reside es clave
Los autores de la investigación sugieren que una de las formas en la que la naturaleza contribuye con la salud mental es ayudando a reducir los niveles de estrés psicológico y, a su vez, muchos de los síntomas que surgen debido a este. Para llegar a esta conclusión, los investigadores determinaron el espacio de áreas verdes como área de estudio mediante el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada, una métrica basada en imágenes de satélite.
Después de analizar el comportamiento de 13,594 personas dentro y fuera de los espacios de áreas verdes, los investigadores se percataron de que aquellos que vivían en una zona con mayor índice de vegetación tenían una menor predisposición a sufrir de depresión.
Otro estudio publicado en la revista Occupational & Environmental Medicine desveló que las personas que visitan espacios verdes con frecuencia, entre cinco o más veces por semana consumen menos medicamentos para psicotrópicos, antihipertensivos y para el asma que aquellas que pasan menos tiempo en la naturaleza.
¿Cómo influye los espacios en el funcionamiento cognitivo?
En diferentes investigaciones científicas, como el informe titulado «Espacios verdes y azules y salud mental» publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se demostró que pasar tiempo en la naturaleza, incluyendo las zonas urbanas y peri urbanas, mejora el estado de ánimo y aporta muchos beneficios a la salud mental.
La exposición a bosques, parques, jardines o costas también brindan oportunidades de actividad física e interacción social con vecinos o amigos y lugares «para relajarse y dejar de lado por un rato el estrés cotidiano». Incluso se ha demostrado que puede mitigar el impacto psicológico del cambio climático.
En la investigación publicada en la revista JAMA Network Open, los autores también sugieren que la razón por la que los espacios verdes ayudan a mejorar la función cognitiva tiene que ver, probablemente, con una mayor actividad física, como caminar, correr o montar bicicleta, así como con un aire menos contaminado. Esto demuestra que la combinación de movimiento y paisaje natural puede duplicar los beneficios.
Otro estudio que confirma los beneficios de la actividad física y la naturaleza se encuentra en un número de 2020 de la revista Environmental Research. Según los hallazgos, los oficinistas que caminaron durante 20 minutos al día en un espacio natural, experimentaron una mejoría notoria en el estado de ánimo y la sensación de bienestar comparados con aquellos que caminaban en un entorno urbano.
La naturaleza como medicina
La mayoría de los estudios aconsejan pasar al menos dos horas a la semana en espacios verdes y azules, pero lo cierto es que incluso unos pocos minutos en contacto con la naturaleza pueden mejorar el estado de ánimo y la función cognitiva según afirma Eileen Anderson, antropóloga médica y psicológica y profesora de bioética en la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve de Cleveland (EE.UU.).
Estos nuevos hallazgos respaldan las investigaciones anteriores que habían descubierto el efecto protector que tiene la exposición a la naturaleza sobre la salud mental. En este sentido, es buena idea tomarse «descansos en la naturaleza» para compartir con amigos y familiares y refrescar la mente de las ocupaciones diarias y el estrés.
Los expertos también aconsejan incorporar elementos naturales dentro de casa como plantas verdes, cuadros y pinturas de la naturaleza e incluso flores aromáticas para introducir aromas del entorno natural. Esto es especialmente beneficioso cuando no es posible salir al aire libre.
Una relajante sensación
Los investigadores explican que la naturaleza tiene la capacidad de calmar la mente y reducir la rumiación, es decir, la tendencia a dar vueltas a los mismos pensamientos negativos una y otra vez. Al estar en contacto con el entorno natural, las personas experimentan una sensación de tranquilidad y conexión con el mundo que les rodea, lo que les permite desconectar de las preocupaciones diarias y recargar energías.
Además, la exposición a la naturaleza también puede mejorar la concentración y la creatividad. Según los expertos, el contacto con espacios verdes estimula el cerebro y favorece la resolución de problemas, la toma de decisiones y la generación de nuevas ideas. Por lo tanto, pasar tiempo al aire libre no solo beneficia nuestra salud mental, sino que también puede potenciar nuestra capacidad cognitiva.
Otro aspecto importante que resalta el estudio es el impacto positivo que la naturaleza tiene en nuestro estado de ánimo. La exposición a entornos naturales puede aumentar los niveles de serotonina, la hormona responsable de regular el estado de ánimo y promover la sensación de bienestar.
De esta manera, estar en contacto con la naturaleza puede ayudarnos a sentirnos más felices y optimistas en nuestro día a día.
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