Cuándo será la próxima tormenta solar y qué peligros conlleva
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Una tormenta solar no es más que una erupción y eyección de masa coronal, que genera un viento solar y a su vez una ráfaga de partículas llamadas neutrinos que si viajan hacia la Tierra podrían interferir en su campo magnético. Este tipo de colisión puede crear un espectáculo de tormenta geomagnética que podría durar varios días, dando lugar a problemas en las comunicaciones vía satélite y por internet. Ahora bien, este tipo de radiación solar también puede dibujar en el cielo nocturno auroras boreales, una increíble imagen de la naturaleza que sin embargo supone un ataque hacia nuestro planeta. Desvelamos cuando podría ser la próxima tormenta solar y las consecuencias que podría tener.
Los científicos señalan que el Sol ha estado especialmente activo últimamente, con un aumento inusual en las manchas solares, erupciones solares y eyecciones de masa coronal. Esta actividad solar inusual ha generado preocupación y alerta por parte del Space Weather Prediction Center que ha estado monitoreando la situación constantemente.
Pero ¿cómo se produce esta actividad solar? la actividad magnética que existe en la superficie del Sol forma manchas solares y en los casos en que estas sean grandes pueden generar llamas solares con una increíble cantidad de radiación que no sólo afecta al entorno solar sino también a los planetas más cercanos. Estas manchas y otras actividades están cargadas con plasma, que cuando se eyecta, se lleva a cabo el segundo fenómeno, las eyecciones de masa coronal. Estas son las partículas que llegan hasta el planeta Tierra y se pueden observar en forma de auroras boreales.
Ahora bien, tras la gran tormenta solar que sufrió la Tierra el pasado 8 de mayo, la pregunta es sí se va a volver a producir un fenómeno de este tipo de nuevo y cuando. La primera pregunta tiene una fácil respuesta y es que las tormentas solares se van a seguir produciendo lo difícil, sino imposible, es determinar cuando. Este evento se enmarca en el pico del Ciclo Solar 25, un período de aproximadamente 11 años en el que el Sol invierte sus polos norte y sur. Estos ciclos solares sugieren que podríamos estar entrando en un período de mayor actividad solar y, por lo tanto, de eventos espaciales más impactantes.
Cabe decir que, aunque estos fenómenos naturales sean inevitables, existen medidas que se pueden tomar para prevenir sus efectos en la infraestructura eléctrica y las comunicaciones. Algunas de las medidas de prevención incluyen:
- Proteger los sistemas eléctricos y las redes de telecomunicaciones contra las sobretensiones inducidas por las tormentas geomagnéticas.
- Implementar sistemas de alerta temprana para monitorear la actividad solar y prevenir posibles impactos en la Tierra.
- Desarrollar tecnologías de mitigación de riesgos para proteger los satélites y otros equipos sensibles a las perturbaciones geomagnéticas.
¿Cuál fue la tormenta solar más grave?
En el año 1859 se produjo la tormenta solar más grave y se la conoce como el Evento Carrington. Causó problemas electromagnéticos en todo el mundo, creó auroras boreales y bastantes problemas en los aparatos electrodomésticos. Se volvieron a registrar tormentas solares en los años 1958, 1989 y en el 2000. En este último se produjeron apagones y varios tipos de daños en algunos satélites.
Actualmente una gran tormenta solar podría interrumpir la energía eléctrica en todo el mundo y quizás hasta sería necesario, para restaurarla, realizar nuevos cableados, para lo que se necesitaría mucho tiempo. También afectaría a la comunicación global y en particular a los satélites que son comandados desde la Tierra. Incluso podría comprometer la vida de astronautas que se encuentren cumpliendo alguna misión en el espacio.
El profesor Tim Heaton, de la Universidad de Leeds, advirtió sobre las consecuencias devastadoras que podrían tener las tormentas solares. Según una investigación tienen el potencial de causar daños permanentes en los transformadores de las redes eléctricas, lo que resultaría en apagones masivos y prolongados que podrían durar meses.
Estas tormentas solares, además, podrían liberar enormes dosis de radiación nocivas para nuestra salud y las alteraciones en el campo magnético sensibilizarían a los animales y los desorientarían.