Tres detenidos en una macrooperación contra la estructura logística de Hezbolá en Barcelona

Agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil mantienen abierta este martes una macrooperación antiterrorista en el centro de Barcelona contra una estructura logística de Hezbolá. Esta facción se dedica a facilitar piezas para montar drones suicidas. Por el momento, los agentes han arrestado a tres personas en un piso de Eixample, aunque continúan haciendo registros en Gerona.

Según las autoridades, esta operación estaría relacionada con otra intervención policial que tuvo lugar el pasado mes de julio, también en Barcelona, en colaboración con la Policía alemana, para desarticular otra estructura logística de fabricación de drones de Hezbolá, que operaba en Europa. Fruto de la documentación recabada en dicha operación se han producido los registros y detenciones de esta jornada.

Fue en esa operación el pasado mes de julio, cuando los servicios de información de la Guardia Civil detuvieron a cuatro personas, tres en Barcelona y otra en Badalona, por surtir de componentes para la fabricación de drones kamikazes que se lanzan desde Líbano contra Israel. Entre los arrestados de entonces había dos empresarios de origen libanés y nacionalidad española que, presuntamente, utilizaron varias empresas, entre ellas una de juguetes, para blanquear lo que hacían realmente. El nombre que utilizaban era UAV’s (Unmanned Air Vehicles).

Ahora, esta célula terrorista ha llegado a fabricar más de 1.000 drones para que Hezbolá cometiera diversos atentados contra Israel. De igual manera, los agentes han descubierto que los arrestados llevaban dos años operando desde tres empresas afincadas en Barcelona. Con esas compañías tapadera, los tres detenidos interactuaban con otras firmas dedicadas al aeromodelismo, al comercio de motores, hélices y demás partes con las que construir las aeronaves no tripuladas que luego transformaban en bombas.

¿Cómo operaba esta célula?

Cómo ya se ha mencionado previamente, el funcionamiento de este grupo estaba basado en la utilización de tapaderas para hacer negocios con comercios de materiales de construcción. Ese era el punto fuerte de los envíos, y disponían de miles de euros para adquirir todas las piezas necesarias para la construcción de los drones kamikaze.

Además, el grupo criminal se valía de otras dos firmas creadas en 2017 y en 2015, lo que abre la puerta a investigar si realmente han estado mucho más tiempo operando en España del que la Guardia Civil piensa. Y es que, los investigadores comprobaron un «aumento» de los movimientos económicos en 2022, más de un año antes del ataque de Hamás en Israel.