OKUPACIÓN VIOLENTA

El okupa de Cubelles denuncia al vecino al que agredió y consigue un juicio rápido en tres días

El okupa lleva, sin embargo, tres años metido con su familia en un piso de Caixabank sin que se haya celebrado el juicio

El okupa agredió al vecino y le rompió varios huesos de la cara por recriminarle que llevara suelto y sin bozal a su perro peligroso

El infierno de Miguel Ángel: un violento okupa le destroza la cara a golpes por denunciarle

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El mundo al revés. El okupa de Cubelles, en Barcelona, ha denunciado por daños al vecino al que agredió el jueves pasado y ha conseguido -en tres días- un juicio rápido contra él. El okupa lleva tres años metido con su familia en un piso de Caixabank sin que la denuncia ante la Justicia que presentó entonces la entidad haya permitido echarle de la casa en la que vive con su mujer, un niño y una tía.

Como contó OKDIARIO, el okupa agredió el jueves pasado al vecino y le rompió varios huesos de la cara por recriminarle que llevara suelto y sin bozal a su perro, un american stanford catalogado como peligroso, por las zonas comunes de la urbanización habiendo niños pequeños por medio. Entre ellos, los hijos de 5 y 7 años de Miguel Ángel, el vecino agredido, que vive enfrente de los okupas, en el mismo rellano.

Miguel Ángel, su mujer y su familia llevan tres años aguantando -tal como recordó- «gritos, golpes, portazos, ruidos, basura, peleas entre ellos… y encima que se nos rían a la cara cuando nos cruzamos con ellos». En un vídeo grabado por otro vecino de la urbanización se ve al okupa y su familia disfrutando este verano de la piscina comunitaria mientras se ríe y se mofa haciendo gestos obscenos al resto de vecinos de la urbanización que se lo recriminan por las ventanas. El okupa tiene una plantación de marihuana en su terraza («el olor a hachís es constante e insoportable») y tienen empalmada ilegalmente la conexión de la luz en su piso, como muestran las fotos de las que dispone OKDIARIO. Los vecinos le acusan de rallar coches en el garaje con objetos punzantes.

Según ha podido saber este periódico, el okupa, de nombre Gerard O.G., trabaja en una tienda de ferretería y bricolaje, Fes Més Bricolatge, de Sant Pere de Ribes, por lo que debe de tener una nómina. La mujer, Cristina M.B., trabaja en un supermercado de Cunit, Bon Preu, por lo que también debe de tener nómina. Ambos disponen, como se ve en los vídeos de la agresión a Miguel Ángel, al menos de un coche matrícula KPJ. Es decir, de un coche del año 2018, que coincide prácticamente con el momento de la okupación del piso.

La última de este okupa de Cubelles ha sido la agresión del jueves pasado a Miguel Ángel, mezclada con amenazas de muerte, que ha dejado a este padre de familia con rotura de los huesos de la nariz y el pómulo, el maxilar izquierdo fracturado, un dedo roto, una mordedura en la mano y múltiples contusiones y golpes por todo el cuerpo. Miguel Ángel tendrá que ser operado dentro de 15 días. Le denunció ante los Mossos D’Esquadra. Durante la agresión, según consta en la denuncia, el okupa amenazó de muerte a Miguel Ángel mientras la mujer del okupa sacaba un cuchillo de cocina: «Te voy a quemar la casa», «te voy a romper las piernas y te voy a dejar cojo la próxima vez que te vea», «tu mujer es una puta», «espérate a que te vea en el colegio». El hijo del okupa y los de Miguel Ángel van al mismo colegio.

En los vídeos publicados por OKDIARIO se ve cómo, tras pegarle la paliza a Miguel Ángel, el okupa le sigue provocando mientras da vueltas a su coche: «Te he dejado la cara guapa», le dice riéndose. «Te las has comido dobladas», le sigue provocando. «¿Mañana vas a ir al colegio con esa cara?», le repite riéndose. El okupa escupe a Miguel Ángel desde el otro lado de su coche y le dice: «Ahora tendré que limpiar mi coche de tu asquerosa sangre». Con la cara ensangrentada, la nariz y el pómulo roto y la camiseta destrozada por el okupa, Miguel Ángel pide a gritos que llamen a la Policía porque la mujer del okupa ha escondido en el coche el cuchillo con el que le amenazaba.

Denuncia

Con todo lo descrito y tras agredir a Miguel Ángel, después de tres años okupando un piso ilegalmente; molestando a los vecinos con ruidos, peleas y golpes; usando las zonas comunes de la urbanización; enganchando la electricidad; plantando marihuana y paseando suelto y sin bozal a un perro peligroso, el okupa se permitió denunciar a Miguel Ángel alegando que golpeó el techo de su coche durante la discusión, que recibió un golpe y que tiene una fractura en la mano, probablemente de la paliza que le dio a Miguel Ángel. No hay más que ver el vídeo que acompaña a esta información para ver el estado en el que el okupa dejó a Miguel Ángel.

Así están las cosas en España y, particularmente, en Cataluña, con el grave problema de la okupación que los ministros de Podemos del Gobierno de Pedro Sánchez niegan que exista. Este es el infierno diario que viven miles de ciudadanos normales que trabajan y pagan sus impuestos. Después de tres años metido ilegalmente en un piso sin que la Justicia haya hecho nada, un okupa consigue que, en tres días, haya un juicio rápido contra el vecino al que ha agredido. El mundo al revés.

Miguel Ángel, técnico electricista, se muestra impotente: «Mi mujer me dice que nos vayamos de la casa, pero no podemos. Me quedan 13 años de hipoteca, pago mis impuestos y nadie hace nada. ¿Qué hago? ¿Malvender mi casa porque unos okupas se han metido enfrente y nos hacen la vida imposible?».

Cataluña sufre una media de 600 okupaciones al mes, la mitad de las que se producen en toda España. La prensa nacional se ha hecho eco en los últimos meses del incremento de la okupación en Cubelles, que los vecinos atribuyen a mafias y delincuentes.

Cubelles está gobernado por una formación local y su alcaldesa, Rosa María Fonoll, fue imputada por prevaricación y malversación de fondos públicos por haber pagado cuotas de adhesión a la Associació de Municipis per la Independència (AMI) con dinero municipal. La fiscalía retiró después la imputación por considerarlo «penalmente irrelevante» abriendo la puerta a una denuncia por lo contencioso-administrativo. Está claro que el interés de la alcaldesa de Cubelles por la independencia de Cataluña usando dinero del ayuntamiento es superior al interés por hacer algo y aliviar, cuanto menos, el problema de decenas de sus vecinos que sufren el maltrato diario de okupas, como el tal Gerard O.G..

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