El juez revoca el tercer grado de las golpistas Bassa y Forcadell y deberán volver a prisión
El juez de vigilancia penitenciario número 1 de Cataluña ha revocado el tercer grado que la Generalitat de Cataluña concedió el pasado mes de enero a Carme Forcadell, ex presidenta del Parlament, y a Dolors Bassa, ex consejera del Govern. Ambas deberán pasar de nuevo todo el día en la cárcel. El juez ha aceptado el recurso que presentó la Fiscalía contra Forcadell y Bassa.
La ejecución de esta resolución debe ser inmediata. En los dos autos el juez de vigilancia penitenciaria revoca la semilibertad de ambas y deberán regresar a prisión en las próximos horas para permanecer todo el día en el centro penitenciario. Otro juez con competencias en la prisión de Lledoners (Barcelona) ya anuló también la concesión del tercer grado a Oriol Junqueras, ex vicepresidente de la Generalitat y a otros cinco presos condenados por el 1-O en dicha prisión: Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Josep Rull, Jordi Turull y Raul Romeva.
Sobre Carme Forcadell, el juez alega «la insuficiencia explicativa de la evolución y progresión del tratamiento que ha seguido» en la cárcel, y resalta que no ha admitido que cometió el delito por el que fue condenada.
También califica «prematura» la semilibertad y ve necesario «un mayor lapso temporal», sin especificar ningún porcentaje de cumplimiento de la condena.
En relación a Dolors Bassa, el magistrado ve una «justificación reforzada» en que cumplió un cuarto de su condena en febrero, pero aun así también califica de prematura su progresión a tercer grado.
También se la revocaron a Junqueras
El pasado 9 de marzo, el juez de vigilancia penitenciaria número 5 de Cataluña revocó el tercer grado que les concedió la Generalitat el pasado mes de enero a los siete golpistas masculinos condenados por el 1-O. El Govern les concedió la semilibertad en plena campañala electoral del 14-F para que tuvieran plena libertad de movimientos.
De esta forma, Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull, Quim Forn, Jordi Cuixart y Raül Romeva perdieron el privilegio que les permitía dormir únicamente en la cárcel de lunes a jueves y disfrutar a su antojo del resto de la semana.
El juez consideró, como alegó la Fiscalía, que la semilibertad es «incompatible con los fines retributivos y de prevención» que se asocian a las penas de cárcel y mantuvo que, con condenas de hasta 13 años, es pronto para concederles el tercer grado aunque ya hayan cumplido una cuarta parte de la pena.
«La progresión a tercer grado en fases tan iniciales de cumplimiento de la pena se traduce de facto en un modo de alterar la decisión condenatoria de la sentencia y su efectivo cumplimiento», sostuvo el magistrado en línea con los argumentos esgrimidos por el Ministerio Público.
En su recurso a la semilibertad de Junqueras, la Fiscalía explicó que «la conducta por la que se condenó el interno fue muy grave, no sólo en términos jurídicos, sino en términos de repercusión social e institucional. En última instancia el perjuicio causado lo ha sido a la estructura de nuestro Estado Social y Democrático de Derecho, así como a la Constitución Española, habiéndose querido vulnerar la unidad territorial que tal y como recoge la sentencia condenatoria».