Tu bebé no debería mirar una pantalla como mínimo hasta esta edad, según la Asociación Española de Pediatría

La cosa que más preocupa a un padre durante los primeros 24 meses de un bebé es su salud, por lo que suelen poner mucho énfasis en el desarrollo y en la alimentación del niño.
Sin embargo, hay otra cosa que no se suele tener en cuenta y también es fundamental para el desarrollo cognitivo: utilizar pantallas (televisión, tablet, móvil, etc.).
Vivimos rodeados de pantallas, y ante una rabieta es normal verse tentado a ponerle un programa infantil. Si bien hay dibujos animados que pueden ser educativos y están bien diseñados para determinadas edades, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha dejado claro que no es recomendable exponer a los menores de dos años a este tipo de estímulos.
A partir de qué edad es recomendable que el bebé empiece a ver pantallas
La AEP recuerda que los niños no nacen sabiendo usar la tecnología. Aunque parezca que manejan una tablet con soltura, no tienen las herramientas necesarias para hacer un uso racional ni saludable de los dispositivos.
De hecho, recuerdan que los menores de dos años no deberían estar expuestos a pantallas, ni siquiera para contenidos educativos, ya que las posibles ventajas no lo justifican.
A partir de esa edad sí que es recomendable que se empiece a introducir el uso digital, pero siempre con moderación, de forma planificada y con el acompañamiento de un adulto.
La clave está en no permitir que lo digital desplace a las cosas verdaderamente importantes: el juego, el deporte, el descanso y la vida familiar.
Riesgos de que los niños vean la televisión o usen el móvil antes de tiempo
Usar mal la tecnología puede provocar graves consecuencias físicas. Por ejemplo, el sedentarismo, trastornos del sueño, retraso del lenguaje, cansancio de la vista o trastornos del sueño.
Aunque te parezcan criaturas muy pequeñas, los bebés también están expuestos a problemas psicológicos como la depresión, la ansiedad, el aislamiento o el bajo rendimiento en el colegio.
Por eso los pediatras insisten en establecer límites claros: cuánto tiempo se usan los dispositivos, dónde se usan (nada de pantallas en la cama, el baño o el comedor) y, sobre todo, con qué contenido.
Para facilitar esa regulación, la AEP, junto con la Agencia Española de Protección de Datos, ha lanzado el Plan Digital Familiar. Es una guía interactiva que ayuda a cada familia a fijar sus propias normas, en función de la edad de los hijos y su entorno.
Cómo hacer que tu hijo empiece a utilizar pantallas
La supervisión parental activa es esencial, sobre todo en las primeras etapas. Es decir, no le enchufes a la pantalla y te desentiendas. Es fundamental que veas el vídeo con él, saber qué redes empieza a consumir o que influencers sigue. Sólo así podrás detectar señales de alarma y actuar a tiempo.
No debes vivir de espaldas a la tecnología porque ha llegado para quedarse. No se trata de prohibir, sino de acompañar en el proceso. Para ello hay que establecer reglas claras, estar actualizados y mantener una comunicación constante con los hijos.
Porque sí, lo digital forma parte de sus vidas. Pero el control, la orientación y el ejemplo siempre debe venir de los adultos. Desde el respeto, pero también desde la firmeza.