La técnica de la hamburguesa para educar a los hijos
Educar a los hijos es una de las tareas más complejas a las que cualquier adulto puede enfrentarse en su vida. Y es que esos cuando nacen no vienen con un libro de instrucciones, como si de un electrodoméstico se tratase. Hay que aprender a cómo decirles las cosas, a saber establecerles normas, a imponer castigos cuando sea necesario… Y todo eso se puede hacer mediante muchas formas, no obstante, entre todas esas hay una que tiene un nombre muy singular. Nos estamos refiriendo a lo que se conoce como técnica de la hamburguesa.
¿Quieres descubrir qué es y en qué consiste? Pues sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
¿Qué es la técnica de la hamburguesa?
Bajo tan singular nombre se encuentra una técnica para poder educar a los hijos. La técnica de la hamburguesa se basa no en reñir sino en corregir en positivo. Y si recibe ese nombre es porque viene a presentar ese proceso como si de una hamburguesa se tratase. Sí, a modo de capas donde cada una juega un papel esencial para darle forma a todo el conjunto. Aunque eso sí, la capa central (la carne) es la más relevante.
Principales claves de la técnica de la hamburguesa
Para ahondar un poco más en esta técnica que parece ser que en los últimos años ha conseguido mayor relevancia, podemos destacar lo siguiente:
- Su base, como hemos mencionado, es corregir y educar con respeto, de forma positiva.
- Se considera que actuando así lo que se logra es que el hijo esté más receptivo, más comprensivo y no muestre ningún tipo de rebeldía.
- Se logrará que la armonía entre padres e hijos no se pierda bajo ningún concepto.
Capas de la hamburguesa
Una vez que hemos conocido la esencia de la técnica de la hamburguesa, llega el momento de ver cómo se viene a estructurar en cuatro capas:
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Capa primera
Pan superior de la hamburguesa
En este momento, lo que debe hacer el adulto es ayudar a su pequeño a que pueda detectar por sí solo el fallo que ha cometido. Para eso se le hará una pregunta en la que le venga a quedar claro en qué lugar y en qué instante ha errado. -
Capa segunda
Queso de la hamburguesa
De cara a suavizar la situación y de que se le corrija de forma positiva, el progenitor deberá alabar algo bueno que sí ha hecho el menor en ese momento o de forma reciente y que esté en relación con el caso que se aborda. -
Capa tercera
Carne de la hamburguesa
El adulto, de manera sincera y clara pero sin herir, expone a su hijo lo que no le ha gustado de su comportamiento sobre el asunto que les ocupa. Debe explicárselo con un vocabulario sencillo que pueda entender y sin levantar la voz en ningún momento. -
Capa cuarta
Pan inferior de la hamburguesa
Debe volver a decirle algo agradable para que pueda entender que una cosa es que haya actuado mal en un instante concreto y otra que sus padres no valoren otras acciones positivas que sí realiza.
La técnica para evitar conflictos entre los padres
Además de todo lo expuesto, tenemos que decir que esta misma técnica se viene a extrapolar a las relaciones de pareja. En concreto, se utiliza para evitar los conflictos entre los padres en relación a los cuidados de los hijos y a la implicación de ambos en esos.
La hamburguesa hipotética que se emplea para que una de las dos partes consiga dar a conocer a la otra qué está haciendo mal con respecto a los hijos o que debe implicarse más se compone de estas capas:
- En la primera capa, la del pan, optará por agradecerle o ensalzar algo que ha llevado a cabo bien con respecto a los pequeños.
- En la segunda capa, la de la carne, se le plantea el problema que existe y que debe solventarse no solo por los niños sino por la pareja.
- La tercera capa, la del pan inferior, es en la que se viene a indicar una solución posible a esa circunstancia.
Un claro ejemplo del empleo es el que ahora te presentamos. Imagina que tu hijo se ha quedado solo con tu marido en el salón y este le ha gritado y se ha enfadado porque el pequeño le ha cogido unos papeles del trabajo. Tanto es así que le ha gritado.
¿Cómo hacerle frente?
La manera que se tendría de hacerle frente a esa situación con la técnica que nos ocupa sería que actuaras diciéndole a tu pareja algo así:
- Primera capa: Los ratos que pasas con el niño son estupendos y os permiten estrechar vuestros lazos.
- Segunda capa: Es todavía muy pequeño y solo quiere jugar contigo, si le gritas de esa forma lo que consigues es que se ponga triste y se sienta mal.
- Tercera capa: ¿Por qué no intentas encontrar un hueco solo para el niño, en el que no tengas que trabajar y así no pueda coger nada que no debe?