Las siestas de verano para los niños

Ahora que estamos en la época estival, los niños ya han acabado el curso escolar y hay que pensar en la manera de que se lo pasen bien. Por eso, los padres organizan unas vacaciones donde tienen cabida todo tipo de actividades para que disfruten. No obstante, no solo hay que pensar en su manera de divertirse sino en que gocen de una buena salud y descansen adecuadamente. Y es ahí donde cobran protagonismo las llamadas siestas de verano.

Si tú tienes hijos pequeños, sigue leyendo. A continuación, te vamos a dar a conocer los mejores consejos para que esos puedan llevarlas a cabo de la forma adecuada.

Beneficios de las siestas de verano

Sin lugar a dudas, lo primero que hay que tener en cuenta es el porqué resulta ventajoso que los niños duerman después de almorzar. En este caso estos son los principales beneficios al respecto. Toma nota:

• • Se consigue que puedan reponer fuerzas, si han estado muy activos durante toda la mañana.
  • De la misma manera, hay que establecer que es una estupenda forma de que mejoren su estado de ánimo.
  • Ni que decir tiene que se indica que durante el sueño tiene lugar la segregación de la hormona del crecimiento, por lo que se contribuirá al buen desarrollo del pequeño.
  • No hay que pasar por alto que se considera que descansar un poco después del almuerzo es una manera de favorecer la digestión gracias a la relajación muscular que se produce.
  • Si por la noche han dormido mal, por pesadillas o por el calor, una siesta les ofrecerá un sueño absolutamente reparador. ¿Cómo saber si no han descansado adecuadamente por la noche? Observando si se muestran cansados, si les cuesta mucho despertarse por la mañana, si dicen tener dolor de cabeza, si se encuentran muy irascibles…

Consejos a tener en cuenta

Una vez que has podido conocer cuáles son las ventajas de las siestas de verano, llega el momento de que descubras los mejores consejos para que tus hijos las lleven a cabo de la mejor forma:

• Los pequeños que no tienen más de 5 años siempre deben dormir después de comer y lo recomendable es que ese sueño dure entre 1 y 2 horas.
• Después del almuerzo, lo que habrá que hacer será tumbarles en la cama para que puedan descansar. Eso sí, previamente se habrá adecuado la habitación para que duerman bien. Es decir, se debe haber puesto el aire acondicionado para que la temperatura sea la idónea así como haber cerrado las ventanas y bajado las persianas.
• En el caso de que el menor se niegue a dormir la siesta, no hay que obligarle porque si no asociará ese momento a algo negativo. ¿Cómo actuar entonces? Tomando la decisión de tumbarse con él en el sofá para llevar a cabo una actividad relajante como puede ser, por ejemplo, ver una película. Seguro que con esa tranquilidad, al final el sueño consigue vencerle.
• En pro de que pueda descansar adecuadamente hay que prestarle atención a que lleve una ropa cómoda. No hace falta ponerle el pijama, será suficiente con dejarlo con ropa interior, o una camiseta, por ejemplo.
• También es importante que los padres den ejemplo a sus hijos. Y es que si estos ven que los adultos duermen la siesta, decidirán hacer lo mismo.

Otros datos sobre las siestas de los hijos

Aunque los datos que te hemos dado a conocer son los más significativos, no podemos pasar por alto otros que también consideramos muy importantes con respecto a las siestas de verano:

• En pro de que el menor incluya esas horas de descanso en su día a día, es importante que se sigan unas rutinas en cuanto a horarios de la siesta y a condiciones de la misma. Si se respetan esos hábitos, al final el propio cuerpo de los niños se habituará a la citada siesta.
• En el caso de que el menor no desee irse a la cama para dormir después del almuerzo, no pasa nada. Puede descansar también en el sofá o incluso en una colchoneta que se pueda tener en casa y que le ofrezca comodidad.

Ten en cuenta todas estas recomendaciones y verás que este verano tus hijos duermen la siesta en las mejores condiciones y en pro de su salud.