¿Quieres llevar a tu hijo al parque? Hazlo en uno que cumpla con la mayor seguridad
Tu hijo ya lleva un tiempo que ha empezado a andar y te hace ilusión llevarlo a un parque por primera vez. Está claro que para él va a ser una auténtica experiencia y también para ti, porque asistirás a cómo se desenvuelve con otros pequeños y a cómo disfruta de cada uno de los aparatos de juego que allí existen.
No obstante, es fundamental que controles que el parque ofrece la mayor seguridad posible, que se encuentra en el estado perfecto. Y es que, en ocasiones, esas zonas recreativas para pequeños están abandonadas, sucias y con estructuras descuidadas que lo único que pueden hacer es causar graves daños a tu pequeño.
Por eso, lo recomendable es que vigiles atentamente que todo está correcto:
- Que el parque cuenta con una barrera de protección alrededor, dotada con puerta, para evitar que cualquier niño pueda salirse de aquel.
- Que está limpio, lo que supone que no haya restos de cristales rotos ni de otros elementos que puedan suponer un riesgo para tu hijo.
- Que el suelo es lo suficientemente blando como para amortiguar la posible caída del pequeño y no hacerle ningún daño.
- Que no existen ni zonas con barro ni otras con piedras sueltas.
- Que todas y cada una de las estructuras de los distintos aparatos (toboganes, columpios, carruseles…) son firmes, no están oxidadas y no tienen ningún tipo de pieza que se haya salido y pueda no sólo desestabilizarlas sino también provocarles una herida a los niños.
- No menos importante es que los aparatos no chirríen cuando se ponen en funcionamiento.
- Igualmente esencial en el parque al que vas a llevar a tu hijo es que las estructuras de madera no se encuentren desgastadas o astilladas.
- Por supuesto, ten presente también que es importante que todos y cada uno de los aparatos cuenten con propias barreras de protección.
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