Prohíben abortar a una niña de 13 años, embarazada por una violación
El aborto siempre ha generado mucha polémica, pues son muchas las posturas a favor y en contra del mismo. Sin embargo, en muchos países se tienen en cuenta determinados aspectos, como que el embarazo sea fruto de una violación, para poder aceptarlo. Pero parece ser que esto no se ha tenido en cuenta en un caso ocurrido en México que ha saltado a las portadas de los medios de comunicación en todo el mundo. Nos estamos refiriendo al de una menor a la que no se le permite interrumpir la gestación, a pesar de que la misma sea fruto de una agresión sexual que ha sufrido.
La protagonista
En el estado de Sonora, en México, es donde reside la protagonista de esta historia, una joven de 13 años que está viviendo uno de los peores momentos de su corta existencia. Y es que no sólo ha sido violada sino que se ha quedado embarazada y ahora, a pesar de todo, las autoridades le impiden poder abortar.
Embarazo y aborto
Semanas atrás fue cuando la pequeña empezó a vivir un auténtico infierno, pues un amigo de su familia abusó sexualmente de ella. Una situación que denunció rápidamente en comisaría y que la llevó a ser examinada por un médico que certificó que había sido víctima de violencia física.
A sus daños corporales se sumaron, como es lógico, otros de carácter psicológico por la experiencia tan trágica que había sufrido. Pero no todo quedó ahí pues al poco tiempo descubrió que se había quedado embarazada y eso le llevó a solicitar que le fuera permitido abortar, sin embargo, le fue denegado el permiso.
En este caso hay que exponer que en México, que está considerado según las estadísticas uno de los países donde se producen más agresiones sexuales a menores, las leyes existentes sí permiten la interrupción voluntaria del embarazo cuando es fruto de una violación. No obstante, todo se complica en el caso de Sonora, ya que en ese estado el sí o el no al aborto queda en manos de la decisión de un juez.
Y precisamente un juez fue el que, durante la vista pertinente, determinó que el suceso que le había ocurrido a la niña era un delito menor al de un abuso sexual, por lo que no le concedía el permiso para poder abortar.
Revuelo mundial
Como es de imaginar, después de conocer la historia, se ha generado un auténtico revuelo en todo el mundo al descubrir que una autoridad judicial no le ha otorgado el permiso a la niña para poder interrumpir un embarazo que es fruto de una violación. Por eso, un grupo defensor de los derechos reproductivos de las mujeres en el citado país americano, ha denunciado el caso.
Precisamente esa acción ha llevado a que se viralice lo ocurrido y que, como consecuencia, se haya ejercido una presión social que ha propiciado que tanto el citado colectivo como autoridades sanitarias y miembros del gobierno se estén reuniendo para poder dilucidar una resolución que sea lo más favorable posible para la menor.
Otro caso relacionado con una adolescente
Si este caso nos ha sorprendido y horrorizado al mismo tiempo, lo mismo nos ha sucedido con otro que ha tenido lugar en Bolivia. En concreto, lo que ha tenido lugar es que una menor de 13 años ha dado a luz después de haber sido violada por un hombre de 32 años.
Si la agresión sexual resulta dramática e incomprensible, más aún lo es el hecho de que eran los propios padres de la joven los que la entregaban al violador a cambio de dinero y determinados presentes. Y es que, según se ha sabido, este se ganaba a la familia con regalos, comida y dinero en metálico a cambio de que le permitieran tener encuentros sexuales con la niña, que se negaba por completo pero que no podía hacer nada al respecto.
Es más, según se ha sabido, a pesar de que se oponía totalmente a la intimidad con ese adulto, la joven nunca llegó a denunciarlo a la policía porque, como sus progenitores lo consentían, pensaba que le habían entregado a ese varón porque este era su marido.
Sin embargo, todo ha saltado a la luz a raíz del nacimiento del bebé y de que en el hospital comprobaran que era una menor. Así se ha destapado un caso que, según las autoridades policiales y médicas, es más frecuente de lo que se puede creer ya que muchos progenitores consideran que no es un delito lo que hacen, sino una bendición para la familia que alguien les dé dinero para poder salir adelante, tanto es así que lo llegan a aceptar casi como si de un yerno se tratase.