Una niña de 8 años muere asfixiada por un globo el día de su cumpleaños

Aunque, a veces, tengan que escuchar de personas de su entorno que son demasiado exagerados a la hora de querer controlarlo todo y de evitar que haya algún objeto que pueda ocasionarles daños de distinta gravedad a su hijos, está claro que si los padres lo hacen es por algo. Y siempre es mejor ser cauteloso y precavido que dejar pasar las cosas y tener que hacerle frente a situaciones lamentables como la que ahora ha tenido lugar. Nos estamos refiriendo a la muerte de una niña de 8 años que murió asfixiada por culpa de un globo el día que celebraba su cumpleaños.

¿Dónde ha ocurrido?

En Estados Unidos es donde se ha producido tan trágico y lamentable suceso. Más concretamente en la ciudad de Portland, que pertenece al estado de Oregón.

La niña

La víctima de este inesperado y triste hecho no es otra que una menor de 8 años de edad que estos pasados días vio cómo su vida concluía y todo por culpa de un globo, uno de los muchos que sus padres decidieron colocar en casa para que esta estuviera espectacular en la celebración del cumpleaños de la pequeña. Querían que su hija estuviera a gusto, que se lo pasara en grande y que no olvidara jamás esa fiesta y, sin embargo, todo acabó de la peor manera posible.

Los hechos

Hace unas jornadas fue cuando la vida de la familia de la menor iba a cambiar para siempre y de manera trágica. Y eso que todo comenzó de la forma más feliz posible, organizando la celebración en casa de la gran fiesta de cumpleaños que le iba a preparar y a la que iban a acudir amigos y seres queridos.

Sus papás repararon la mejor comida, organizaron juegos varios y decoraron la casa con todo tipo de guirnaldas y globos, lo que encantó a la niña que se le pasó genial y que disfrutó como nunca. Tanto es así que a última hora estaba tan agotada, después de no haber parado de jugar, que les dijo a los adultos que se iba a dormir y así lo hizo.

Su padre, unos veinte minutos después de que la niña se marchara, decidió subir al cuarto de esta para ver si estaba descansando y darle el correspondiente beso de buenas noches. Sin embargo, la imagen que se encontró no era la esperada y es que, al acercarse a la cama de la pequeña, se dio cuenta que un enorme globo de cumpleaños, de 90 centímetros y lleno de helio, estaba sobre la cabeza y cara de su hija. Así, se lo retiró de manera rápida y lo que comprobó era que esta no respiraba.

Sin pensárselo dos veces intentó reanimar a la menor y, gritando, solicitó a la madre que llamara al Servicio de Emergencias para que acudiera raudo con una ambulancia. Así, al poco tiempo, profesionales sanitarios se personaron en la casa y se llevaron a la paciente al hospital más cercano, pero nada se pudo hacer por salvarle la vida. Había muerto por asfixia.

Vigilancia extrema con los globos

A raíz de la muerte de esta pequeña, en Estados Unidos se ha puesto en marcha una campaña de concienciación para los padres acerca del peligro que suponen los globos. Y es que así lo demuestran las cifras, que indican que esos elementos son la principal causa de muerte por asfixia entre los niños del país.

En concreto, la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo ha advertido a los adultos que vigilen el uso que sus pequeños hacen de los citados globos y que extremen las precauciones con los mismos. En concreto, indica que no sólo comprueben que es imposible que grandes globos les impidan respirar sino también que certifiquen que sus hijos no se llevan a la boca ni los que están desinflados ni tampoco partes de algunos que estén rotos.

Además de todo eso, les ha indicado otra serie importante de datos para que tomen conciencia de lo importante que es que controlen la compra y uso de dichos artículos para jugar:

• Los menores de 6 años son los que tienen más posibilidades de convertirse en víctimas de esos productos.

• Desde la década de los años 70, más de 110 pequeños han muerto en Estados Unidos por culpa de globos.

• Es fundamental que bajo ningún concepto se deje a los niños solos jugando con globos.

• Cuando se rompa uno de esos artículos, de manera inmediata hay que tirar sus restos a la basura, para evitar que el menor pueda llevárselos a la boca en algún descuido de sus padres.

• No se debe permitir que el pequeño intente inflarlo por sí solo, ya que puede ocurrir que lo haga mal y acabe succionándolo.