Los juegos populares que más divertirán a tus hijos
Todos los adultos hemos comentado en alguna ocasión que es una verdadera pena que los niños de hoy no disfruten en la calle de los juegos populares que nos hicieron pasarlo en grande durante nuestra infancia. Y es que en la actualidad parece que todo se resume a los videojuegos, al fidget spinner…
Pero a eso le puedes poner ahora remedio. Sí, porque puedes aprovechar el tiempo que tengas libre para enseñarles a tus pequeños esas propuestas lúdicas con las que tú y tus amigos lo pasabais en grande. Empieza por darles a conocer juegos tales como estos que todos conocemos:
Juego del escondite
Este es uno de los juegos clásicos con el que adultos y niños os podéis divertir juntos. Eso sí, se establece que es necesario comenzar a disfrutar con este cuando los pequeños tengan al menos 3 años de edad. Y es que antes no sabrán contar, cuando les toque el papel de “buscador”, y pueden incluso sentir cierta angustia en el caso de que tengan que esconderse en un lugar oscuro para no ser encontrados.
A su favor tiene esta alternativa que no hay número específico de jugadores y que se puede desarrollar tanto en casa como en el campo o en cualquier otro lugar.
Juego del pañuelo
¿Quién no lo pasó en grande en el patio del colegio o en la calle con este otro divertimento? Posiblemente muchas generaciones lo convertimos en nuestro juego popular favorito. Es una alternativa estupenda no solo para divertirse sino también para mejorar aspectos tales como la memoria, la rapidez física, la intuición, la coordinación e incluso el trabajo en equipo.
Requiere como mínimo contar con cinco personas, una que ejercerá de “juez” y otras cuatro que se dividirán en dos equipos, teniendo cada uno de los miembros un número asignado. El primero será el encargado de tener en alto el pañuelo y de decir en voz alta un número. Los participantes al escuchar esa cifra que les pertenece deberán salir corriendo hacia el citado pañuelo para robarlo y llevarlo hasta donde está su compañero de equipo sin ser alcanzado por el rival.
Rayuela o truco
Numerosos son los nombres por los que es conocido este otro juego popular con el que seguro que tú y tus hijos lo pasáis en grande. Se puede desarrollar en cualquier lugar donde haya un suelo en el que, con tiza, se pueda pintar el “tablero” que se necesita. Este se compone de varias casillas y cada una contendrá un número del 1 al 10.
De la misma manera, es imprescindible una piedra que se convertirá en la que cada participante deberá usar para poder moverse por el casillero. El jugador, a la pata coja, deberá ir saltando de una casilla a otra, del 1 al 10, llevando la piedra consigo, concretamente, trasladándola por el tablero simplemente dándole ligeros toques con el pie.
Coordinación y equilibrio se mejoran con este juego tradicional, que se cree que tiene su origen en la Europa renacentista. Es más, incluso hay quienes sostienen que procede de la famosa obra “La divina comedia” (1304 – 1321) de Dante Alighieri.
Juego del balón prisionero
Otro de los juegos de nuestra infancia que más nos divertía y que ahora puedes volver a practicar con tus hijos es el llamado juego del balón prisionero. Como su propio nombre indica, una pelota es el único elemento que se necesita para desarrollar el mismo, en el que los participantes deben dividirse en dos grupos, que se colocarán a ambos lados, y cara a cara, de un rectángulo. Luego, en el medio de esos conjuntos se establecerán jugadores de los dos bandos.
Partiendo de esa posición, se iniciará el juego en el que los jugadores de los laterales, mediante una pelota, tendrán que intentar golpear a los rivales que están en la zona media. Si les dan, los eliminan. No obstante, si esos consiguen atrapar la pelota suman vidas. El equipo ganador será el que primero logre eliminar a todos sus “enemigos”.
Otros juegos populares
Además de los ya citados, no podemos pasar por alto tampoco la existencia de otra serie de juegos populares que puedes enseñar a tus hijos para disfrutar juntos:
- Saltar a la comba, con el que se consigue mejorar desde la coordinación hasta la agilidad y el ritmo.
- El juego del 1, 2, 3 pollito inglés. Gracias a este se desarrollan habilidades como la rapidez y el equilibrio.
- Tampoco hay que olvidarse del juego de la silla, que es realmente divertido. Con el mismo se puede no solo pasar un rato desenfadado y alegre, sino también conseguir que los niños mejoren su velocidad, su concentración y su coordinación.
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