Fallece el niño de Olot que tenía difteria
En las pasadas semanas saltó la alarma en Olot (Gerona) cuando un niño ingresaba por urgencias en el hospital con difteria, una enfermedad que se consideraba erradicada de España y prácticamente de toda Europa. Sin embargo, el hecho de que no hubiera estado vacunado había propiciado que, por causas que aún se desconocen, contrajera la citada patología.
Si duro fue ese golpe para sus padres, más lo es aún la noticia que hemos sabido: el pequeño finalmente ha muerto, pues no ha podido hacerle frente a las graves consecuencias de la citada difteria.
Fallecimiento
Durante este pasado fin de semana, según hemos podido saber a través de los distintos medios de comunicación, es cuando se produjo el fallecimiento de este niño de Olot que contaba con sólo seis años de edad. Así, después de un duro mes de internamiento en el Hospital Vall d´Hebron de Barcelona, su vida se apagó de manera definitiva tras no poder superar las graves dolencias que le había provocado la enfermedad. En concreto, había visto afectados tanto su sistema respiratorio como el renal e incluso el cardíaco. De ahí que no sólo estuviera recibiendo respiración asistida sino que además contaba con circulación extracorpórea y se encontraba conectado a un riñón artificial.
Conmoción y debate
El descubrimiento de este caso de difteria, después de 32 años sin que existiera en España, y la posterior muerte del pequeño han conmocionado a la sociedad del país, pero también han abierto un debate. Y es que la decisión de sus padres de no vacunarle, ha propiciado que se ponga sobre la mesa la necesidad de que el gobierno “imponga” la necesidad de que los pequeños deban ser vacunados y de que todos nos concienciemos de lo importante y vital que eso es:
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Desde la Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña, se ha manifestado que se espera que este caso lamentable haga reflexionar a toda la comunidad acerca de la importancia de las vacunas.
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Muchos padres que, hasta el momento, respaldaban a las asociaciones antivacunas se han echado para atrás en su actitud. Así, no sólo han manifestado sentirse engañados, como también han hecho los progenitores del pequeño fallecido, sino que además han procedido a comenzar a ponerles las vacunas a sus hijos.
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Asimismo no hay que pasar por alto tampoco que incluso desde el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB) se ha dado a conocer la posibilidad de tomar otras medidas. En concreto, se está barajando la posibilidad de denunciar ante la justicia y de sancionar a los facultativos “antivacunas”.
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De la misma forma, parece ser que posiblemente desde la citada Consejería se ponga en marcha próximamente una campaña de concienciación en materia de vacunación mucho más directa y profunda que las realizadas hasta ahora. Y es que está el fallecimiento de este pequeño, pero también que otros diez niños más en contacto con ese presentaban la difteria, con la excepción de que no la han desarrollado precisamente por estar vacunados.