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Estos son los peluches que nunca debes regalarle a tu hijo: comprueba que no los tenga

Algunos juguetes, incluso blandos, pueden resultar peligrosos para los niños más pequeños

Cómo reconocer los peluches que nunca debes regalar a los bebés

Los mejores juguetes para bebés hasta los 2 años

Foto de un bebé que está abrazando a su peluche mientras duerme.
Bebé durmiendo con su peluche.
Blanca Espada

Cada vez que nace un bebé y a medida que va creciendo, es normal que todos en su entorno, y no sólo sus padres, le regalen juguetes y entre estos, los peluches suelen ser los protagonistas. Solemos pensar que los muñecos de trapo y peluches son juguetes blandos y como tal, creemos que resultan inofensivos para bebés o niños pequeños. Sin embargo, a pesar de su popularidad, es esencial seleccionar los adecuados para garantizar la seguridad de los más pequeños y conocer de forma precisa aquellos que de ningún modo están indicados para tus hijos, tal y como te vamos a desvelar a continuación.

Elegir un peluche puede parecer una tarea sencilla, pero hay varios factores que deben tenerse en cuenta para evitar riesgos innecesarios. Los peluches están destinados a proporcionar consuelo y compañía a los niños, pero algunos pueden representar un peligro si no se eligen con cuidado. Desde partes pequeñas que pueden desprenderse hasta materiales que pueden ser peligrosos, es crucial estar bien informado antes de hacer una compra.

A continuación, exploraremos en detalle qué peluches son seguros para los niños pequeños y cuáles deben evitarse a toda costa. De este modo, te vamos a guiar a través de los aspectos más importantes a considerar al elegir un peluche, asegurando que tu hijo pueda disfrutar de su nuevo amigo de manera segura.

¿Qué peluches son los más adecuados para los más pequeños?

Antes de pensar en lo bonito que es el color o lo suave que es el pelaje del peluche que tienes delante, una  de las primeras cosas en las que fijarse, es comprobar si tiene ojos de plástico. Estos pequeños componentes, aunque parezcan inofensivos, pueden representar un grave peligro de asfixia si se desprenden. Es preferible optar por peluches que tengan ojos y narices bordados en lugar de piezas de plástico que podrían soltarse fácilmente.

Pero no sólo con ojos pegados, también aquellos que tienen narices o bocas pegadas se deben evitar, ya que un tirón podría desprenderlos fácilmente. Los accesorios adicionales como collares o etiquetas también deben ser descartados inmediatamente, ya que presentan riesgos similares.

La pelusa es otro elemento que debemos tener en cuenta

La pelusa que recubre el peluche también puede ser peligrosa. Para algunos, la pelusa es tan gruesa como si fuera piel auténtica, lo cual puede ser problemático si el niño se lo lleva a la boca. Los peluches con pelusa larga pueden desprenderse fácilmente y representar un riesgo de asfixia o causar problemas digestivos si se ingiere.

Es mejor optar por peluches de tela suave y sin pelos que sobresalgan. Si bien estos pueden no parecer tan lujosos como los de pelusa larga, ofrecen un nivel de seguridad mucho mayor. Para los niños mayores, es importante estar atento a los peluches que empiezan a perder pelo con el uso, ya que esto también puede representar un peligro.

Verificar el fabricante como garantía de calidad y seguridad

Una de las mejores prácticas al adquirir un peluche es comprobar quién es el fabricante. Los productos de marcas conocidas suelen ser más fiables, aunque puedan ser un poco más caros. La falta de información sobre el fabricante puede ser una señal de advertencia de que el peluche no cumple con las normas de seguridad europeas.

Además, es crucial asegurarse de que el peluche venga con instrucciones de lavado claras y en un idioma comprensible. Esto no sólo garantiza la durabilidad del peluche sino también la seguridad del niño, ya que un peluche bien cuidado es menos propenso a desgastarse y soltar piezas peligrosas. Garantizas así la seguridad del niño o niña que tenga ese peluche, pero además, le permites que disfrute más tiempo del que posiblemente se acabe convirtiendo en su juguete favorito.

Certificación y normativas de seguridad

Los peluches que cumplen con las normas de seguridad siempre muestran el símbolo con el círculo tachado si no son aptos para niños menores de tres años. Este símbolo es una señal clara de que el peluche ha sido probado y no es seguro para los más pequeños.

Por otro lado, buscar en internet listas de peluches considerados inseguros por la Unión Europea puede ser una herramienta útil para los padres preocupados. El portal Safety Gate proporciona información actualizada sobre productos retirados del mercado y puede ayudar a evitar compras peligrosas.

En conclusión, elegir el peluche adecuado para tu hijo no sólo es una cuestión de estética o precio. La seguridad debe ser la prioridad número uno. Optar por peluches sin partes pequeñas que puedan desprenderse, con pelusa corta y suave, y de fabricantes reconocidos puede hacer una gran diferencia en la seguridad de tu hijo. Además, recuerda siempre verificar las certificaciones de seguridad y seguir las instrucciones de cuidado proporcionadas por el fabricante. Al hacerlo, puedes asegurar que el peluche se convierta en un compañero seguro y confiable para tu hijo, proporcionando no sólo alegría, sino también tranquilidad para ti como padre.

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