Lactancia

La crisis de crecimiento del bebé y cómo controlar estos brotes

crisis del crecimiento
Qué son y cuándo se producen las crisis de crecimiento del bebé
Blanca Espada

Es realmente importante que las mujeres estén informadas al respecto porque conduce a que en la mayoría de casos, las madres dejen de amamantar, ya que hace que sea fácil dudar de su propia capacidad para producir leche. Nos referimos a las crisis de crecimiento que tienen que ver con la lactancia y el bebé, de modo que os hablamos con detalle de ellas y cómo tratarlas.

La crisis de crecimiento del bebé y cómo controlar estos brotes

Pocas veces se habla de ello, pero lo cierto es que durante la lactancia materna se puede llegar a un punto, en el que la madre notará que el bebé no desea tomar leche de su pecho. Es algo que suele ocurrir cuando el pequeño tiene tres meses y que se conoce como crisis del crecimiento.

Una etapa muy compleja y una de las más duras porque genera varios cambios en la producción de leche y en el bebé, de modo que puede crear bastante frustración en la mujer. Por ello será bueno que anotes estos datos que son los que caracterizan las crisis de nacimiento del bebé.

  •  Alrededor de los 3 meses, la producción de leche se estabiliza y deja de almacenarse leche en los senos, y comienza a producirse leche solo cuando hay demanda, lo que significa que la madre comienza a notar una disminución en el tamaño de los senos («plenitud») y ya no se llenan antes de la alimentación.
  • De repente, el cuerpo de la mujer tarda alrededor de 2 minutos en obtener leche (que es el tiempo que tarda la glándula mamaria en enviar y recibir la señal), y es entonces cuando el bebé comienza a ponerse inquieto mientras succiona y espera para alimentarse ( ya que estaba acostumbrado a que la leche saliera inmediatamente antes), provocando además que la madre se ponga ansiosa y piense que su producción de leche está disminuyendo, cuando no es cierto.
  • Para colmo, el bebé de esta edad tiene los sentidos mucho más desarrollados, lo que hace que el bebé se distraiga mucho más fácilmente cuando se alimenta, por lo que tiende a acabar desinteresándose antes por estar en el pecho de la madre, aumentando así la preocupación de esta.
  • Finalmente, el bebé ahora es un experto en la alimentación por lo que ahora puede alimentarse mucho más rápido y obtener la misma cantidad de leche, por lo que la mamá también comienza a pensar «está tomando menos tiempo para amamantar porque hay menos leche» cuando la verdad es que el bebé es simplemente, mucho más eficiente.

Esta crisis puede ser una de las más largas, ya que el bebé tarda algunas semanas en acostumbrarse a este cambio, por lo que confiar en nuestros cuerpos y las habilidades del bebé es clave para tener éxito.

¿Qué podemos hacer?

Confiar en nosotras mismas, tener paciencia y confiar también en el bebé son la clave para superar la crisis de crecimiento, pero además podemos ejecutar una serie de pautas que nos ayuden a pasarla de la mejor manera, y cuanto antes.

  • Fíjate en el bebé, cómo se alimenta y qué cantidad toma. Si acaba satisfecho, sin lloros y ves que está tranquilo es que a pesar de todo, sigue comiendo así que debes adaptarte a su crecimiento y a los cambios que se vayan produciendo.
  • Si notas que tiene más hambre puedes aumentar las tomas, algo que por otro lado estimulará a tu cuerpo para producir cada vez más leche.
  • No dejes la lactancia. Puede que ante una crisis de crecimiento y por no saber de qué se trata, pienses que el bebé ya no quiere el pecho pero no es así. Consulta antes a tu médico y como decimos, ten mucha paciencia
  • Procura alimentar al bebé en un espacio tranquilo y relajado, de modo que tanto tú como el bebé no tengáis distracciones externas y podáis concentraros solo en la lactancia.

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