Crecimiento

Las etapas de crecimiento del recién nacido

El desarrollo del lenguaje y el desarrollo motor, marcan las primeras etapas del crecimiento del bebé.

etapas de crecimiento
Las principales etapas del desarrollo del bebé
Blanca Espada

La infancia es una fase de la vida en la que los niños aprenden cosas diferentes y nuevas todos los días. Esto es especialmente cierto cuando se observa a un recién nacido. Los cambios pueden ser visibles «a simple vista», porque durante su nueva vida, el niño puede hacer grandes y nuevos progresos diarios. En este artículo podrás descubrir las principales etapas de crecimiento de un bebé en su primer año de vida.

Las etapas de crecimiento del recién nacido

Se sabe que el recién nacido da sus primeros pasos comenzando a sonreír a las personas que lo rodean, agarra los primeros objetos o con su mano puede sostener su índice con más fuerza , comienza los primeros gateos y estos son momentos que no se pueden olvidar. Pero esto se puede dar por sentado para la mayoría de los niños que alcanzan un buen nivel de desarrollo psicofísico en este período. Sin embargo, debemos tener en cuenta que cada niño tiene su propia línea de desarrollo personal: hay quien, por ejemplo, empieza a caminar temprano pero aún así logra hablar poco; o los que charlan mucho pero aún no mantienen la mirada de mamá y papá.

Esto se debe a que, como decíamos, cada bebé tiene su propia capacidad personal y subjetiva para el desarrollo psicomotor y el aprendizaje puede ser más lento o eludido en favor de los demás. En este sentido, si observas que el recién nacido no posee algunas habilidades que es normal que logre en ese período de tiempo o está incurriendo en conductas que se desvían de la media, puedes tomar nota de estos movimientos y llevarlo a una visita a un médico profesional como un pediatra, un pedagogo o un neuropsiquiatra infantil.

El lenguaje del recién nacido

El niño recién nacido puede desarrollar lentamente sus habilidades lingüísticas. Es bueno aclarar que no las desarrolla a través de la enseñanza del adulto sino de la continua relación intersubjetiva con los demás individuos que lo rodean.

De este modo, será una habilidad que adquirirá al escuchar y observar a los demás. En el primer año de vida, la adquisición de una de sus lenguas es un proceso que se define en 360 grados porque en este período se entrelazan los componentes fonéticos para luego pasar a desarrollar los componentes morfológicos y semánticos. A nivel fonético, su primera lengua es el llanto, propio de todo recién nacido. El llanto es útil para que el niño pida ayuda y atención a los adultos que lo rodean. Cabe recordar que el llanto es diferente del lloro real, porque con este último el niño señala una incomodidad, un dolor, una necesidad de ser satisfecho.

Por otro lado, en los primeros seis meses de vida, el recién nacido reacciona a las verbalizaciones de las personas que lo rodean. Lo logra a través de sonrisas, lágrimas, primeras vocalizaciones. Es bueno aclarar que en esta etapa no entiende las palabras pero ya es capaz de percibir el grado de cariño de la persona que está jugando con él y que lo está estimulando con el lenguaje.

Pasado este período, pasamos al tiempo de la tartamudez que puede entenderse como vocalizaciones para transmitir sonidos de varios volumen e intensidad. En todo el mundo los primeros tartamudeos son: «MA-MA \ PA-PA \ TA-TA».

Las cosas cambian después de este período, en el que el bebé comienza a emitir sonidos reales, logrando con habilidad captar los sonidos de quienes conviven con él y repetirlos. También comprenderá que algunos sonidos que emite están relacionados con una confirmación positiva del adulto que lo rodea, o discriminará algunos sonidos porque el adulto los desaprueba. De esta forma está comprendiendo la unión entre significado y sonido.

Si bien el artículo es específico para recién nacidos, para concluir la sección dedicada al lenguaje infantil, es bueno decir que hacia el cambio de año el niño es capaz de desarrollar las primeras palabras que tienen significado (aspectos morfológicos de la palabra).

Desarrollo motor en el primer año de vida

En esta fase de la vida, el recién nacido es completamente dependiente del cuidado del adulto de referencia, esta dependencia se denomina relación intersubjetiva primaria. Junto a esta relación intersubjetiva exclusiva, el niño desarrolla la capacidad de atribuir significados a situaciones del mundo, la reciprocidad de los gestos, el mantenimiento de la mirada con el otro y todo ello contribuye al normal desarrollo del infante.

Tras esta breve introducción, el recién nacido comienza a ser más activo a partir del segundo mes de vida. Así comienza su «escalada de aprendizaje». Es alrededor de los dos meses, cuando el bebé se vuelve más activo, comienza a controlar los movimientos de la cabeza para mantenerla más firme, también puede mantener la mirada hacia los adultos que ve con más frecuencia. Es importante en este período, que los adultos que lo rodean sean capaces de estimular estas habilidades nacientes del bebé de la manera correcta.

Además, el niño es capaz de realizar los primeros movimientos sentado, a cuatro patas, sujetando pequeños objetos en las manos para dar paso al desarrollo de sus capacidades psicocognitivas.

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