Confirmado: ésta es la edad a la que los niños pueden ir solos al colegio según los pediatras

Ahora que los niños llevan ya varios días desde que arrancara la vuelta al cole, puede que haya surgido una pregunta recurrente entre muchos padres y más si sus hijos no son pequeño o de hecho, comienzan ahora con doce años, el instituto.  ¿Es ya el momento adecuado para que los niños vayan solos al colegio? Esta duda, que preocupa a padres y madres, está motivada por un equilibrio entre la protección del menor y el fomento de su autonomía. Dejar que los niños se desplacen por sí mismos hasta su centro educativo es un paso importante en su desarrollo, pero la seguridad sigue siendo la principal prioridad para cualquier familia. El debate, por tanto, gira en torno a cuál es la edad adecuada para dar ese paso sin exponer a los menores a riesgos innecesarios.

La mayoría de casos se resuelven como decimos, cuando llega el momento de dejar la escuela primaria para comenzar la secundaria. Los niños de 12 años comienzan primero de la ESO con las ganas de poder hacer lo que hacen el resto de alumnos de secundaria: ir solos al colegio. Surge entonces la duda de si dejarles hacerlo o esperar un poco, o también puede que te plantees si dejar que vaya incluso antes puede ser buena idea. ¿Qué es lo más aconsejable?.  Aunque no existe una legislación específica en España que determine una edad concreta para que los niños puedan ir solos al colegio, muchas familias recurren a las recomendaciones de expertos para tomar una decisión fundamentada y en este sentido la Asociación Española de Pediatría (AEP) tiene una respuesta.

La edad a la que los niños pueden ir solos al colegio

Como decimos, la edad en la que los niños comienzan a ir al instituto puede ser buena para dejarles ir solos e incluso un curso antes si tenemos en cuenta que la Asociación Española de Pediatría (AEP), considera que los niños pueden comenzar a ir solos al colegio alrededor de los 11 años. Este rango de edad, según la AEP, depende no solo de la madurez del menor, sino también de las circunstancias particulares, como la ubicación del centro educativo o el entorno en el que se vive. No es lo mismo que un niño recorra unas pocas calles en un pequeño pueblo que se desplace en transporte público en una gran ciudad.

Además, la AEP coincide con la Academia Americana de Pediatría en que a partir de los 10 años, los niños ya suelen tener la capacidad de evitar algunos peligros relacionados con el tráfico. Sin embargo, se insiste en que cada caso debe evaluarse de manera individual, considerando tanto la madurez del niño como las condiciones del trayecto. Estos factores combinados son clave para determinar si es el momento adecuado de que el menor asuma esta nueva responsabilidad.

La importancia de la madurez y el entorno

El desarrollo individual de cada niño juega un papel fundamental en la decisión de si puede o no ir solo al colegio. La madurez no sólo implica una mayor responsabilidad personal, sino también la capacidad de tomar decisiones rápidas y adecuadas en situaciones inesperadas. Los padres deben observar cómo sus hijos responden a pequeñas tareas autónomas antes de considerar un cambio mayor como este. Además, las características del entorno son cruciales: las zonas más urbanizadas, con tráfico denso o itinerarios complicados, requieren un análisis más exhaustivo que una simple caminata por calles residenciales tranquilas.

La seguridad en el trayecto también depende de factores como la distancia y los medios de transporte necesarios. Mientras que un niño puede estar preparado para caminar hasta el colegio, el uso del transporte público añade complejidad al viaje, requiriendo habilidades como la lectura de horarios, la identificación de paradas y la interacción con otras personas en el entorno. Por tanto, la seguridad del menor depende no solo de su edad y madurez, sino también de su capacidad para manejar las circunstancias específicas de su viaje diario al colegio.

Estrategias para garantizar la seguridad

Aunque cada niño y cada situación son únicos, existen algunas recomendaciones generales para preparar a los menores cuando llegue el momento de que vayan solos al colegio. Una de las más importantes es enseñarles una ruta segura que conozcan bien y que hayan practicado previamente, idealmente acompañados por un adulto hasta que se sientan completamente seguros. En estas prácticas, es esencial enseñarles a cruzar calles de manera segura, estar atentos a los semáforos y a los vehículos, y evitar distracciones como el uso del móvil mientras caminan.

Otro aspecto vital es preparar a los niños para posibles situaciones de peligro. Enseñarles a decir «no» ante desconocidos o comportamientos sospechosos, y mostrarles cómo actuar si se sienten incómodos o en riesgo, les brindará herramientas para protegerse en caso de emergencia. Asimismo, es fundamental recalcarles la importancia de la visibilidad en todo momento, especialmente en invierno, cuando las horas de luz son más cortas. Usar prendas reflectantes o colores vivos puede ser una medida sencilla pero efectiva para evitar accidentes en días de poca visibilidad.