Salud

5 razones para evitar la frenotomía, el corte de lengua que perjudica la lactancia

La frenotomía consiste en el corte del frenillo pero puede tener riesgos y ser perjudicial

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frenotomía
Por qué evitar el corte del frenillo en bebés
Blanca Espada

La frenotomía es una intervención quirúrgica que consiste en cortar el frenillo lingual, una banda de tejido fibroso y muscular que se encuentra debajo de la lengua y la mantiene sujeta. Esta práctica se ha vuelto habitual en algunos países como Francia pero también en España, donde se ha registrado un aumento importante de la frenotomía lingual en los bebés. El objetivo de esta operación es facilitar la lactancia materna, ya que se cree que un frenillo restrictivo puede impedir que el bebé se agarre bien al pecho, extraiga la leche adecuadamente y cause dolor a la madre. Sin embargo, esta moda suscita interrogantes sobre su eficacia, su necesidad y sus posibles complicaciones.

 ¿Qué problemas puede causar un frenillo restrictivo?

El frenillo lingual es una estructura normal que tiene una función protectora y que varía en forma, tamaño y posición en cada persona. No todos los frenillos son restrictivos o impiden el movimiento normal de la lengua. La anquiloglosia es el término médico que se usa para describir una condición en la que el frenillo es tan corto o grueso que limita la movilidad de la lengua, dificultando su elevación, protrusión o lateralización.

La anquiloglosia puede causar problemas en la lactancia, ya que el bebé no puede realizar el bombeo que le permite sacar la leche del pezón, ni adaptar la forma de la lengua al paladar y al pecho. Esto puede provocar que el bebé no coja peso, se quede dormido al poco de comenzar la toma, se atragante o regurgite con frecuencia, o tenga gases o cólicos. Además, la madre puede sufrir dolor, grietas, mastitis o una disminución de la producción de leche .

La anquiloglosia también puede afectar al desarrollo del habla, la masticación, la deglución, la higiene bucal y la autoestima del niño. Algunos sonidos que pueden resultar difíciles de pronunciar para una persona con anquiloglosia son la «r», la «l», la «t», la «d», la «n» y la «s».

¿Cómo se diagnostica y se trata la anquiloglosia?

El diagnóstico de la anquiloglosia se basa en la exploración clínica de la lengua y el frenillo, así como en la observación de la lactancia y la valoración de los síntomas de la madre y el bebé. Existen diferentes escalas y criterios para clasificar la severidad de la anquiloglosia, como el índice de Kotlow, el test de Hazelbaker o el sistema de Coryllos.

El tratamiento de la anquiloglosia depende de cada caso y de la edad del paciente. En algunos casos, se puede optar por una intervención conservadora, que consiste en realizar ejercicios de estimulación y movilización de la lengua, así como apoyar y asesorar a la madre sobre las mejores técnicas y posturas para la lactancia. En otros casos, se puede recurrir a una intervención quirúrgica, que puede ser una frenotomía o una frenectomía.

La frenotomía es un procedimiento sencillo y rápido que se realiza con un escalpelo o un láser, sin necesidad de anestesia ni sutura. Consiste en realizar un pequeño corte sobre el frenillo, liberando la lengua. La frenectomía es una cirugía más compleja y precisa que requiere anestesia y sutura. Consiste en extirpar el frenillo y el tejido submucoso profundo, evitando que se forme una cicatriz que vuelva a restringir la lengua.

5 riesgos que tiene la frenotomía

La frenotomía es una operación que se considera segura y con pocas complicaciones, siempre que se realice por un profesional cualificado y con las medidas higiénicas adecuadas. Sin embargo, como toda intervención quirúrgica, no está exenta de riesgos. Algunos de los posibles efectos adversos de la frenotomía son estos 5 que ahora te mencionamos:

  • Sangrado: es el riesgo más frecuente y suele ser leve y autolimitado. En casos raros, puede requerir una compresión local, una sutura o una transfusión sanguínea.
  •  Infección: es poco probable que se produzca una infección, pero se recomienda mantener una buena higiene bucal y aplicar antisépticos locales. Los signos de infección son el enrojecimiento, la inflamación, el dolor, la fiebre o el mal aliento.
  • Dolor: es normal que el bebé sienta algo de molestia o irritabilidad después de la frenotomía, pero suele ser transitoria y se alivia con la lactancia o con analgésicos. Se debe evitar el uso de antiinflamatorios, ya que pueden aumentar el riesgo de sangrado.
  • Reacción alérgica: es muy rara y se puede deber a la anestesia, el antiséptico o el material quirúrgico. Los síntomas son el picor, el edema, la urticaria o la dificultad respiratoria.
  • Recidiva: es la reaparición del frenillo restrictivo debido a una cicatrización excesiva o a una técnica inadecuada. Se puede prevenir con una correcta rehabilitación postoperatoria, que consiste en realizar ejercicios de estiramiento y movilización de la lengua varias veces al día durante unas semanas.

¿Qué beneficios tiene la frenotomía?

La frenotomía es una operación que puede mejorar la lactancia materna y el desarrollo oral del bebé, siempre que se realice en los casos indicados y con un seguimiento adecuado. Algunos de los beneficios que se han reportado son:

  • Mejora del agarre y la succión del bebé, lo que facilita la extracción de la leche y la estimulación del pecho.
  • Disminución del dolor, las grietas y las infecciones en el pezón de la madre, lo que favorece la continuidad y la satisfacción con la lactancia.
  • Aumento del peso y el crecimiento del bebé, lo que reduce el riesgo de desnutrición y enfermedades.
  • Mejora de la función y la morfología de la lengua, lo que previene problemas de habla, masticación, deglución e higiene bucal.
  • Mejora de la autoestima y la calidad de vida del niño, lo que influye positivamente en su desarrollo psicosocial.

La frenotomía es una operación que genera controversia entre los profesionales sanitarios y las familias, ya que no existe un consenso claro sobre sus indicaciones, sus criterios de diagnóstico, sus técnicas de realización, sus resultados y sus complicaciones. La evidencia científica disponible es limitada debido a la heterogeneidad de los estudios, el pequeño tamaño de las muestras, la falta de grupos control, los sesgos de selección y publicación, y la variabilidad de las medidas de evaluación .

Por lo tanto, se necesita más investigación de alta calidad que compare la frenotomía con otras intervenciones o con la ausencia de intervención, que incluya una muestra amplia y representativa, que utilice criterios de diagnóstico y de evaluación estandarizados y validados, y que tenga un seguimiento a largo plazo.

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