Víctimas de la dictadura lingüística de Armengol: «Faltan enfermeros y nos echan por no saber catalán»
"Estamos perplejos, superamos el examen y ahora nos dejan sin plaza por no tener el certificado de catalán"
"Nadie nos avisó de que se habían modificado las bases y que el catalán era un requisito"
"Para los pacientes lo importante es tener un servicio de calidad, no que les atiendas en catalán"
Miguel Ángel Álvarez es uno de los 80 enfermeros que se han quedado sin plaza en Baleares a pesar de haber aprobado la oposición por el hecho de no tener el certificado de catalán que impuso el anterior Govern que presidía la socialista Francina Armengol. Álvarez afirma que tanto él como sus compañeros, aspirantes a trabajar en las Islas, «están perplejos» por todo lo sucedido y por verse excluidos del proceso, a pesar del grave déficit de enfermeros que hay en Baleares. Su opinión es compartida por otros afectados como él.
Esta víctima de la dictadura lingüística de Armengol vive en Murcia y en noviembre de 2023 se presentó al concurso oposición para trabajar en el Servicio de Salud de Baleares. Cuenta que en el momento de la convocatoria de la Oferta Pública de Empleo, había una gran falta de enfermeros en Baleares y que, por ello, el único requisito que se pedía era tener el título de Enfermería. Cuenta también que el conocimiento del catalán puntuaba como mérito, pero que no era un requisito.
«Cogí un avión de Murcia a Mallorca para hacer el examen, me pagué todos los gastos, y la prueba me fue bastante bien. La sorpresa llegó en febrero de este año, cuando una compañera que trabaja en Balares nos dijo que no nos iban a dar la plaza, porque no teníamos el certificado de catalán. Nos pusimos a indagar, y efectivamente vimos que el Govern había hecho una corrección de las bases de la convocatoria para volver a exigir el catalán, pero no nos avisaron de este cambio», comenta Miguel Ángel Álvarez.
Como ha ido contando OKDIARIO, el Govern de Armengol no exigía el certificado de catalán en las bases de la convocatoria debido al grave déficit de enfermeros que había en Baleares. Posteriormente hubo protestas del sector independentista, y el sindicato STEI y la Obra Cultural Balear presentaron recursos reclamando la exigencia del catalán.
Se acercaban las elecciones de 2023, y Armengol lo que menos deseaba era enfrentamientos con sus socios de la izquierda y con las organizaciones catalanistas, así que modificó las bases para volver a exigir el certificado de catalán, aunque no avisó a los aspirantes.
Y prosigue el enfermero: «Realmente lo que hicieron fue un cambio de las bases que suponía una modificación de toda la convocatoria. Nos pusimos en contacto con los sindicatos y con el Colegio de Enfermería, y, para nuestro asombro, nos dijeron que ellos no podían hacer nada».
También cuenta Álvarez que el SATSE, el sindicato mayoritario de enfermería en Baleares, les comunicó que no había ningún problema, y que disponían de dos años para conseguir el certificado de catalán, pero al final esto tampoco fue así.
La realidad es que en las bases de la convocatoria se establece la moratoria de dos años para conseguir el certificado de catalán, pero sólo para los aspirantes que ya estuvieran trabajando en el Servicio de Salud de Baleares en el momento que se publicó la Oferta Pública de Empleo.
Miguel Ángel Álvarez y varios de sus compañeros afectados por la exigencia del catalán contactaron con el Govern de Marga Prohens, que les comunicó que no tenia más remedio que atender a la modificación de las bases de la convocatoria de las oposiciones y que, en consecuencia, era preciso tener el certificado de catalán.
Los enfermeros que superaron el examen ahora deben concluir el proceso, que es la valoración de méritos, pero ya saben que serán excluidos por no saber catalán. Para culminar el proceso, los opositores han de viajar otra vez a Mallorca, sabiendo perfectamente que no serán admitidos.
«Al final habremos perdido mucho dinero, mucho tiempo y la ilusión de trabajar en Mallorca. A mí, concretamente, me hacía ilusión trabajar en esta isla donde vive mi hermano. Han jugado con nuestro dinero, con nuestro tiempo y con nuestras ilusiones. El Govern tendría que haber publicitado que había cambiado las bases y que exigía el certificado de catalán. De haberlo sabido, no me hubiera presentado a las oposiciones»·, señala Álvarez.
Y sobre la exigencia del catalán, el enfermero de Murcia afirma los siguiente: «Creo que los pacientes cuando van al hospital lo primero que quieren es tener una atención de calidad y no ser atendidos en un determinado idioma. El idioma no es prioritario cuando está en juego la salud, lo importante es la calidad del servicio».
«Si hay tanta falta de enfermeros no entendemos que no nos den la plaza cuando hemos aprobado las oposiciones, estamos perplejos», señala Álvarez.
Este enfermero, y varios de sus 80 compañeros afectados por la dictadura lingüística de Armengol y por la exigencia in extremis del certificado de catalán están a la espera de que culmine el proceso para iniciar la batalla judicial ante lo que consideran una tremenda injusticia.