Los trabajadores del Centro de Control en Palma quieren que se construya uno nuevo fuera de Son Sant Joan

Los trabajadores del Centro de Control y de la Torre del aeropuerto de Palma han elaborado un manifiesto en el que reivindican que se construya un nuevo Centro de Control fuera del área de Son Sant Joan, ante los planes de ENAIRE -gestor de navegación aérea de España- de remodelar las actuales instalaciones y la ampliación prevista por AENA.

El comité de empresa recuerda a gobernantes y gestores que «no tienen una carta blanca que les da derecho a hacer lo que quieran con las inversiones públicas que sustentan un sector estratégico» como el suyo.

Los trabajadores creen que la construcción de un nuevo Centro de Control en Mallorca es la mejor opción de inversión «tanto a corto como medio y largo plazo» y piden «la implicación y voluntad política para que se convierta en realidad».

Para el comité, el plan de ampliación de AENA en el aeródromo palmesano, licitado en 271 millones de euros, y la previsión de ENAIRE de reformar el actual Centro de Control son dos obras coincidentes en el tiempo, que van a afectar de manera muy importante «tanto a las instalaciones como a las personas que trabajan de forma directa e indirecta en la prestación del servicio de navegación aérea» en la isla.

Los trabajadores esgrimen en el manifiesto que la ampliación de Son Sant Joan implica la reducción y el aislamiento de los terrenos donde se ubica el Centro de Control; genera problemas de desplazamiento a los trabajadores, tanto de ENAIRE como de las restantes empresas que prestan allí sus servicios; incrementa los tiempos de respuesta ante incidencias y dificulta el acceso en casos de emergencia.

Asimismo, enumeran las consecuencias, a su juicio, negativas que conllevaría la remodelación y ampliación del actual Centro de Control. Explican que supondría gastar dinero en un edificio que tiene más de 30 años y que ha sufrido varias remodelaciones, ampliaciones y un incendio en parte de sus instalaciones. Aseguran que las dimensiones del inmueble son insuficientes para albergar los nuevos equipos que deben reemplazar a los actuales en los próximos años y remarcan la imposibilidad de disponer un de edificio independiente para contingencias.

Por otro lado, apuntan que es un edificio que queda ahogado por las obras de ampliación del lado aire del aeropuerto (AENA) y su ubicación expone a los empleados a la contaminación generada por gases emitidos por aviones y motores diésel.

El comité de empresa afirma que AENA, siendo consciente de la grave problemática sobre la actual ubicación del Centro de Control, ha ofrecido  a ENAIRE unos terrenos en el aeródromo de Son Bonet para la construcción del nuevo centro.

Por todo ello, reclaman «la paralización del proyecto de remodelación» del actual Centro de Control Aéreo «para abordar el oportuno debate público y político con transparencia sobre la construcción de uno nuevo fuera de la zona aeroportuaria» de Son Sant Joan.