El sonoro fracaso de los locales musicales municipales de Palma: cinco años de obras y líos sin fin
Tras múltiples incumplimientos del adjudicatario de unas obras que iban a durar seis meses, éstas siguen sin concluir
La interminable demora ha provocado que el Ayuntamiento haya suspendido el contrato para gestionar las salas


El sonoro fracaso de los locales musicales municipales de Palma. Cinco años cumplen unas obras que iban a durar seis meses, que aún no han concluido por múltiples incumplimientos y que mantienen esta infraestructura en jaque, cerrada a cal y canto y con un contrato de gestión del recinto adjudicado hace año y medio y que ha tenido que quedar en suspenso.
Un follón monumental para una obra minúscula de apenas 350 metros cuadrados, que son los que ocupan estos diez módulos para salas de ensayo, uno para baños y otro para oficinas de gestión administrativa, ubicados en un solar municipal del barrio palmesano de Son Forteza, colindantes a las vías del tren de Inca. Un proyecto que fue adjudicado en 2020 por el anterior gobierno de izquierdas, con el ex alcalde socialista José Hila al frente, por un presupuesto de 462.789,48 euros.
Aunque las obras iban a durar poco más de medio año, nada más lejos de una realidad que ha sido bien distinta a lo previsto. Tras innumerables parones, pandemia de Covid por medio, encarecimiento de los materiales de construcción y guerra de Ucrania, en la presente legislatura el gobierno municipal en minoría del PP tuvo que hacerse cargo de la instalación del sistema de insonorización de los locales, que quedaba pendiente de ejecutar (60.000 euros más).
Una vez concluidos estos trabajos y con las obras ya encarando su recta final, el proyecto parecía que empezaba a ver la luz al final del túnel. De hecho, en otoño de 2023 fue hasta adjudicada por dos años la gestión de estos locales musicales por 180.000 euros, con el compromiso de que abriesen sus puertas el 1 de enero de 2024. Pero no ha sido así y esa adjudicación ha quedado suspendida, lisa y llanamente porque las obras aún no han concluido.
El 19 de septiembre de 2024, la empresa adjudicataria comunicó por carta al Ayuntamiento de Palma su compromiso de finalizarlas en un plazo máximo que estimó entre seis y ocho semanas. En su escrito, la compañía reconocía que se habían producido demoras «imperdonables», que atribuyó a varias causas o más bien excusas. Una de ellas era la introducción de dos modificaciones en el proyecto, una de carácter estructural y la otra destinada a conseguir una mejora técnica del sistema de insonorización.
Además, la empresa alegó como razones del retraso la crisis de los precios y la escasez de materiales surgidos a raíz del conflicto bélico en Ucrania, así como un empeoramiento en la liquidez que presenta la tesorería del adjudicatario.
Además de agradecer al área municipal de Cultura su «comprensión», la empresa se comprometió entonces a resolver todos estos problemas con la finalidad de que, en el plazo indicado, se pudieran acabar las obras.
Ni por esas, porque transcurridos más de tres meses desde la finalización de ese plazo, los locales municipales de ensayo de Son Forteza continúan sin estar disponibles y a este respecto la única opción que tiene a su alcance el Ayuntamiento es resolver satisfactoriamente la situación contractual, cosa que aún no se ha materializado.
El camino que se ha marcado para ello, apuntan fuentes municipales, es el de conseguir la renuncia de la empresa por incumplimiento de contrato. Entretanto, el contrato de gestión de las salas de ensayo adjudicado en noviembre de 2023 ha quedado obligatoriamente en suspenso, mientras las malas hierbas han tomado ya posesión de la pequeña explanada frente a la puerta de acceso a los locales.