La segunda vida de Lago Júnior

Lago Júnior está viviendo una segunda juventud en el Málaga. El delantero de Costa de Marfil, que el pasado mes de diciembre cumplió 32 años, lleva tres goles en sólo seis partidos con el equipo andaluz y se está convirtiendo en su jugador más destacado, demostrando que aún tiene cuerda para rato. Lago se desvinculó del Mallorca en el pasado mercado de invierno tras llegar a un acuerdo con el club, con quien tenía contrato hasta junio de 2023.

El futbolista africano debutó con el Málaga el 15 de enero ante el Eibar y le marcó su primer gol al Burgos en la jornada siguiente. El Albacete fue su siguiente víctima y la última fue este pasado fin de semana el Albacete, en un partido que los andaluces ganaron por 3-0.

Lago Júnior comparte vestuario en el Málaga con un puñado de ex-mallorquinistas como el portero Reina, el defensa Lumor, el centrocampista Aleix Febas y el delantero argentino Chavarría. Pese a su última victoria ante el Zaragoza, el equipo andaluz se encuentra en posiciones de descenso con 25 puntos, aunque su situación ha mejorado mucho en las últimas jornadas.

Lago Júnior, uno de los tres supervivientes del ascenso de Segunda B a Primera, junto a Raíllo y Abdón, se fue tras haber disputado 206 partidos con el Mallorca, en los que marcó 36 goles y repartió 13 asistencias. Esta temporada ha intervenido en cinco encuentros de Liga y otro de Copa, sumando un total de 106 minutos entre las dos competiciones. No entraba en los planes de Aguirre y el jugador, que el 31 de diciembre cumplió 32 años, quería más protagonismo en la recta final de su carrera deportiva. El club, en consecuencia, lo puso todo de su parte y le facilitó el camino para que pudiera encontrar cuanto antes un nuevo destino.

Tras confirmarse su marcha al Málaga Lago publicó una cariñosa carta de despedida en Instagram dedicada al club y a su afición: «En 2016 llegué a Mallorca y al RCD Mallorca con toda mi ilusión puesta en hacer grandes cosas en este club y por lo tanto en mi carrera. Pero nos encontramos con el descenso, lo que al menos yo, nunca hubiese querido. Sentí que quedarme para llevar al club donde se merecía era mi obligación y así lo hice, me quedé y con un equipo totalmente nuevo lo hicimos. Tuve la suerte de tener entrenadores, compañeros tanto en el equipo como en el club, que empujaban.. y tanto que empujaban. Lo logramos y dos años después acabaríamos en primera división, el sueño que todo niño tiene cuando es pequeño», afirma Lago en su escrito.