PRIMERA DIVISIÓN

El récord negativo que no quiere igualar el Mallorca

Si pierde en Sevilla llevará 10 derrotas consecutivas fuera de casa, algo que no sucedía desde 1961

Al equipo le quedan dos desplazamientos esta temporada, al Sánchez Pizjuán y a El Sadar

Si gana los dos partidos que faltan en Palma, ante Granada y Rayo, estará virtualmente salvado

El objetivo es llenar el campo el sábado a las dos de la tarde ante la visita del Granada

El Mallorca puede dejar este sábado casi certificada la permanencia

Real Mallorca
Alineación de la temporada 1960-61
Tomeu Maura
  • Tomeu Maura
  • Redactor jefe de Deportes en OKBaleares, 40 años en la profesión cumplidos en 2023 tras más de media vida en El Mundo

La derrota del pasado domingo en el Camp Nou fue la novena consecutiva que ha sufrido el equipo fuera de casa esta temporada, por lo que le falta sólo una para igualar el récord negativo del curso 60-61, en el que perdió sus diez primeros desplazamientos. Pese a esas cifras, aquel Mallorca consiguió la permanencia en Primera División.

El Mallorca debutó en Primera División en septiembre de 1960 en el campo del Betis. Perdió 2-0 y aquella derrota, lejos de ser casual, se volvió en habitual. Una vez tras otra el equipo fue hincando la rodilla ante sus rivales cada vez que abandonaba el Lluís Sitjar donde, afortunadamente, sí consiguió cierta regularidad, hasta el punto de que perdió un solo partido en su estadio en aquella temporada, ante el Atlético de Madrid.

Atlético de Madrid (2-1), Elche (2-0), Valencia (2-1), Granada (4-0), Zaragoza (2-0), Barcelona (4-2), Racing (5-1), Real Sociedad (3-1) y Espanyol (1-0) no le dieron opción al Mallorca para sumar puntos positivos, que era el cálculo que se hacía en aquella época para premiar los buenos resultados fuera de casa. Un triunfo a domicilio suponía dos positivos, mientras que a un empate se le otorgaba un positivo. Por contra, perder en el propio estadio acarreaba dos negativos y empatar uno. Los positivos y los negativos se reflejaban en la clasificación inmediatamente después de los puntos, pero en realidad no tenían ninguna utilidad. Si a los puntos se le restaban los positivos siempre equivalía al número de jornadas jugados. Exactamente igual resultado daba la suma de los negativos a los puntos totales. Era, simplemente, un modo de adornar la tabla clasificatoria.

En cualquier caso, los dos primeros positivos los consiguió el Mallorca en su décimo desplazamiento, cuando más los necesitaba, el 26 de febrero de 1961 en el estadio Sánchez Pizjuán ante un Sevilla que estaba lejos de su dimensión actual, que se movía en la zona media de la clasificación. El mallorquín Joan Forteza y el sevillano Manuel Haro marcaron los goles de la que constituyó la primera victoria fuera de casa del Mallorca en Primera División.

El equipo ganaría otro partido fuera de casa en San Mamés ante el Athletic, pero cerraría la temporada con un decepcionante bagaje de 13 derrotas y dos victorias lejos del Lluís Sitjar. Los buenos resultados en su estadio, en cambio, le otorgarían la permanencia en Primera División en una histórica novena posición.

El Mallorca actual lleva camino de empeorar los números de su predecesor. Acumula ya 13 derrotas fuera de Son Moix, las nueve últimas de manera consecutiva, y está a una sola de igualar el registro de la temporada 60-61, que podría incluso empeorar si pierde en Sevilla en Pamplona. Curiosamente, al igual que sucedió en aquel curso, la salvación podría residir en los buenos resultados logrados en su estadio.

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