Una primera vuelta magistral

Una primera vuelta magistral. No hay otra forma para definir el comportamiento del Mallorca en la primera ronda del Campeonato. A falta de un partido todavía para que la Liga llegue a su ecuador, el equipo que dirige Javier Aguirre está con 25 puntos en la clasificación. Son cinco más que la pasada temporada y diez más que en el curso 19-20, en el que se perdió la categoría. Si gana la próxima semana en Cádiz superará los 27 puntos del Mallorca de Laudrup en la temporada 12-13, aunque se quedará lejos de los 34 del Mallorca de Gregorio Manzano en el curso 09-10 en el que se peleó hasta el último segundo para entrar en Champions.

Si habitualmente la permanencia se sitúa en torno a los 40 puntos y el Mallorca tiene ya 25 basta una pequeña operación matemática para descubrir que, sobre el papel, ganando cinco de los 20 partidos que quedan para que finalice el Campeonato ya sería suficiente. Eso en condiciones normales, pero hay que recordar que en la temporada en la que Laudrup se sentó en el banquillo el Deportivo bajó con 43 puntos y el Mallorca se salvó con 44, una cifra inusual, pero que se podría dar.

Aún dándose este escenario, el panorama sigue pintando muy bien porque harían falta 19 puntos en 20 partidos, a menos de uno por jornada de promedio. Es evidente que aún hay que superar algunos baches, pero el trayecto parece muy bien encaminado para conseguir certificar la tercera temporada consecutiva en Primera División.

La base sobre la que el Mallorca edifica su fortaleza es sin duda su impenetrable defensa. Son ya tres victorias consecutivas en Son Moix por 1-0 ante Atlético, Valladolid y Celta en las que Rajkovic no encajó ni un solo gol. El portero serbio, de hecho, lleva siete imbatibilidades en 18 jornadas, lo que contrasta con el rendimiento que a estas alturas ofrecía Manolo Reina la pasada temporada.

Todo pinta bien. Muy bien. Sin embargo queda dar la puntilla y no dormirse en los laurales, y en este sentido el ejemplo de lo que le pasó al Mallorca de Laudrup, al que un solo gol le salvó del descenso a Segunda, es el reflejo en el que debe mirarse la plantilla actual.