Okupas, suciedad y vendedores de droga se adueñan de la antigua cárcel de Palma que lleva 25 años abandonada
En el interior se agolpan montañas de basura que se han ido formando con el paso del tiempo
No hay ni rastro de vigilancia policial a pesar de los episodios de violencia y delincuencia de algunos okupas
El alcalde Martínez prometió en campaña electoral convertir este recinto en un "nuevo espacio para actividades culturales"
Los okupas, la suciedad y la venta de drogas se han adueñado por completo de la antigua prisión de Palma ubicada en la carretera de Sóller. El recinto, que se encuentra en un imparable estado de degradación y dejadez desde hace 25 años, es ahora uno de los principales focos de delincuencia y peleas de la capital balear, un hecho que provoca la indignación de los vecinos de la zona al ver como ha aumentado la inseguridad con el paso del tiempo.
A día de hoy, son muchas las personas sin techo que residen allí, en condiciones deplorables e insalubres, y que protagonizan con frecuencia todo tipo de delitos como peleas, robos, venta y consumo de sustancias estupefacientes e incendios. Sin embargo, en los exteriores de esta abandonada prisión no hay ni rastro de vigilancia policial.
Una vecina de la zona que vive en una planta baja ha contado a OK DIARIO que «aquí dentro hay de todo y no hacen nada bueno. Cada día escucho botellazos y peleas, hacen mucho ruido. Incluso hay veces que han pegado fuego a propósito. Crean mucha inseguridad en la zona, a veces los veo cuando paso por aquí y lo paso mal».
Suciedad y grafitis
Y es que el interior de la prisión palmesana se ha convertido en un auténtico basurero, donde se aglutinan todo tipo de plásticos y latas, ropa, muebles abandonados, colchones, comida e incluso carritos de la compra. Una situación lamentable que es aprovechada por muchos gatos callejeros, que hurgan en las montañas de escombros que se han formado por todo el centro penitenciario.
Otro vecino de la zona manifiesta que «ya hace tiempo que esto está así y nadie hace nada. La verdad es que es un poco desagradable tener esto cerca de casa. No entiendo por qué nadie le pone solución».
Desde los aledaños de la prisión ya se puede observar como este degradado espacio necesita de manera urgente una reforma, tal y como reclaman diferentes asociaciones vecinales y colectivos culturales. Una mujer que trabaja cerca de esta prisión asegura que «la situación es lamentable, paso cada día por delante y solo hay grafitis y suciedad. Los okupas no los veo pero sé que está lleno».
Algo parecido sucede con el cuartel de Son Busquets, también ubicado en la carretera de Sóller, tomado completamente por los okupas y que nadie quiere vigilar.
Años de promesas que nunca llegan
Por otro lado, este abandonado recinto ha sido objeto de todo tipo de promesas y proyectos que nunca se han llegado a realizar. Desde el año 2013, el Ayuntamiento de Palma es el propietario de estos terrenos de más de 8.000 metros cuadrados al ser transferido mediante permuta por Instituciones Penitenciarias, aunque parece que no ha servido para dejar atrás la ruina y la decadencia que reina en el lugar.
El anterior equipo de gobierno del Consistorio palmesano formado por socialistas, independentistas de Més y Podemos prometieron convertir el ala norte del presidio en un Centro de Innovación Cultural con el objetivo de «generar dinámicas de creación artística con nuevas potencialidades sociales y económicas que salgan del centro de Palma».
Sin embargo, la reforma, tras ocho años y dos legislaturas al frente de Cort, el plan jamás llegó a materializarse. Tal y como ya informó este digital, el anuncio de estas obras fue un completo engaño del ex alcalde socialista José Hila. La realidad es que no había proyecto, ni convenio ni presupuesto para hacer nada.
Foco de reyertas, incendios y venta de droga
Los episodios de violencia y delincuencia en este punto de la ciudad no han parado de sucederse en los últimos años. El pasado 1 de noviembre, la Policía Nacional detuvo a dos hombres por protagonizar una reyerta con un bate de béisbol y un destornillador. En el mes de abril, la Policía detuvo en esta cárcel a un maltratador que se había arrancado la pulsera electrónica de control del tobillo tras 15 días de búsqueda
Más atrás, en el año 2021, un hombre provocó un incendio dentro del recinto mientras unos okupas dormían debido a que esa misma noche no le dejaron pernoctar en el lugar. Ese mismo año, una mujer fue condenada a cuatro años de prisión por apuñalar con un cuchillo de 19 centímetros a su pareja.
Martínez promete crear un espacio cultural
El actual alcalde de Palma, el popular Jaime Martínez, ganó las elecciones municipales con un programa electoral en el que una de las 205 propuestas es convertir la Antigua Prisión de la carretera de Sóller en un «nuevo espacio en el que se desarrollarán actividades culturales de relevancia para Palma».
Creo en una Palma capital cultural del Mediterráneo. Para que llegue a serlo necesita una oferta cultural más amplia. Por ello, el edificio de Gesa, el Centro Oceanográfico, la Torre de’n Pau, Can Serra y la Antigua Prisión serán espacios dedicados al arte y a la cultura. pic.twitter.com/ZUtIFECxDj
— Jaime Martínez Llabrés (@JaimeMartinez) May 25, 2023
Asimismo, prometió «frenar el deterioro de Palma y conseguir una ciudad limpia, segura, sostenible y eficiente», así como reforzar tanto el servicio de limpieza y la seguridad ciudadana en la ciudad y dotar a los agentes policiales de recursos para «reducir la okupación, acabar con las pintadas vandálicas y erradicar los focos de delincuencia».
Visto el estado actual de la antigua prisión palmesana, inaugurada por primera vez en los años 60 y abandonada en 1999, el primer edil tiene una oportunidad histórica para cumplir todas estas promesas.