Nueva condena por acoso sindical contra la anterior dirección del PSOE en la empresa de limpieza de Palma

Nueva condena por acoso sindical contra la anterior dirección del PSOE en la empresa de limpieza de Palma (Emaya) que tendrá que readmitir al representante del sindicato mayoritario USTE, Francisco Sánchez Reolid, al declarar nulo su despido por ejercer su actividad sindical.

Por este motivo el juez estima la demanda en materia de despido y vulneración de derechos fundamentales presentada por el afectado, defendido por el abogado Óscar Díaz (USO), y condena a la mayor empresa municipal de Palma «a proceder a la inmediata readmisión del trabajador demandante en su puesto de trabajo».

Además la compañía ahora presidida por el concejal del PP, Llorenç Bauzá, le tendrá que abonar «una cantidad igual al importe de los salarios dejados de percibir desde la fecha de despido y hasta el día de su efectiva readmisión, a razón de 188,44 euros diarios brutos con inclusión de la prorrata de pagas extraordinarias, cuyo importe se liquidará en trámite de ejecución de la sentencia». En total, y a fecha de hoy, más de 7.000 euros.

Según el fallo judicial, hay indicios sólidos y razonables de que la causa real del despido del demandante por la empresa municipal entonces presidida por el concejal socialista, Jose Ramon Perpinyà, fue la actividad sindical desarrollada por éste, tanto en el seno de la propia empresa, como a través de la interposición en representación del sindicato USTE de diversas demandas judiciales contra la compañía, todo ello en el marco del conflicto existente entre ambas partes.

«Por dicho motivo, estima el juzgador, el despido disciplinario del demandante vulneró tanto su derecho fundamental a la tutela judicial efectiva en su vertiente de la garantía de indemnidad, como su derecho a la libertad sindical, debiendo ser declarado nulo».

Una nueva sentencia que pone en evidencia las malas artes de la anterior dirección socialista de Emaya que los jueces están revelando en sus autos. Sin ir más lejos en 2021, el Juzgado de lo Social número 5 Palma condenó a la misma cúpula directiva de Emaya, en este caso junto a cinco sindicatos más afines a la dirección, por acoso sindical por vulnerar «de forma sistemática y consciente», los derechos fundamentales de libertad sindical de las centrales USTE y USO, al excluirlas de todas las mesas de negociación colectiva.

Además los condenó a pagarles una indemnización de forma solidaria de 60.000 euros. Según el fallo judicial, los cinco sindicatos demandados y la empresa municipal habrían vulnerado los derechos fundamentales a la libertad sindical en su vertiente funcional de la negociación colectiva, siendo plenamente conscientes de la ilicitud de su actuación.

También el pasado mes de diciembre, el mismo Juzgado de lo Social número 5 ,anuló el despido de un sindicalista de Vox y presidente de la central USTE, ordenado por la anterior dirección del PSOE en Emaya.

El fallo judicial estimó la demanda del sindicalista contra la empresa municipal, y declaró la nulidad del despido del trabajador demandante efectuado por la empresa demandada con efectos de 7 de noviembre de 2022 por haber existido una «vulneración del derecho fundamental a la libertad sindical tutelado en la Constitución Española».

Siempre el motivo aducido por el juez es el mismo, de ahí, la gravedad de los hechos. Hay que tener en cuenta que este sindicalista fue despedido por informar a sus afiliados del contenido de las negociaciones que estaban llevando a cabo dirección y representantes de los trabajadores, sobre las bases generales de procesos selectivos, para las convocatorias de estabilización de empleo del área de calidad urbana.

Sin embargo en el caso de este sindicalista, y pese a que se puso en evidencia que había existido nada menos que vulneración de derechos fundamentales, Emaya recurrió la sentencia y no readmitió al trabajador contando para ello la nueva dirección del PP en la compañía, con el aval de los partidos de  izquierdas. Habrá que ver ahora si tras este nuevo fallo judicial, Emaya rectifica, y readmite a los líderes del sindicato mayoritario de Emaya.