La mitad de los locales de venta de alcohol de Palma inspeccionados incumple la normativa municipal

Durante la semana pasada, el Grupo de Actuación Preventiva (GAP) de la Policía Local de Palma realizó controles en establecimientos de apertura 24 horas en las zonas del Parc de Ses Estacions, calle Manacor, calle Aragón y Plaza Madrid, con el objetivo de verificar el cumplimiento de la normativa municipal sobre venta de alcohol.

Se inspeccionaron ocho establecimientos, de los cuales cuatro fueron denunciados por vender bebidas alcohólicas después de las doce de la noche, contraviniendo la normativa municipal.

Durante la noche siguiente, se efectuaron nuevas inspecciones en los mismos locales y se constató que los cuatro establecimientos sancionados la jornada anterior habían incurrido en la misma infracción, motivo por el que fueron nuevamente denunciados.

Estos dispositivos incluyeron la vigilancia de parques y espacios públicos próximos a los establecimientos controlados para evitar determinadas conductas, como el botellón o las molestias por ruido por la música a volumen muy alto.

La ordenanza reguladora del uso cívico de los espacios públicos (ORUCEP) tipifica como infracción muy grave la venta de bebidas alcohólicas fuera del horario permitido en locales públicos, sancionable con multas de hasta 3.000 euros.

Hace seis años, en concreto en diciembre de 2018, el Ayuntamiento de Palma prohibió vender alcohol en toda la ciudad para consumir en la calle entre las 12 de la noche y las ocho de la mañana del día siguiente.

Todo ello debido a la entrada en vigor de las modificaciones introducidas en la Ordenanza Municipal para el Uso Cívico del Espacio Público (ORUCEP), también conocida como antibotellón, que sólo permite su venta para el consumo en el interior del local o de la terraza debidamente autorizada y en horario de apertura de la misma, pero no en establecimientos comerciales, ni en máquinas expendedoras ni, claro está, a los vendedores ambulantes.

A ello hay que unir el hecho de que la nueva ordenanza cívica que, en principio, el gobierno municipal del PP encabezado por el alcalde Jaime Martínez, tiene previsto aprobar inicialmente en el pleno de final de este mes de enero incrementará las sanciones por consumo de alcohol en la vía pública.

Según la nueva normativa, si el consumo de alcohol en la calle altera la convivencia, supone aglomeraciones o deteriora la tranquilidad del entorno, entre otras situaciones, la infracción se considerará grave –750 a 1.500 euros– o muy grave –1.500 a 3.000 euros–.

Sobre esta cuestión, el alcalde Martínez ya advirtió en su momento de que hay identificadas zonas donde «hay que actuar con mayor presencia», como Santa Catalina, Playa de Palma o el Paseo Marítimo. En este sentido, la ordenanza incrementa las sanciones por hacer botellón con hasta 3.000 euros. No obstante, el Ayuntamiento ya adelantó que organizará campañas de comunicación de la nueva ordenanza dirigidas a los turistas, que en caso de ser multados, la Policía Local tratará de identificarlos para que el cobro  de las sanciones pueda ser más ágil.