Israel no perdona

Aunque comprimimos el desarrollo de los hechos, desde la caída del Sha de Persia y el advenimiento del régimen de los Ayatolás, Israel, que mantenía con el Sha una excelente relación, se convirtió en el más odiado enemigo de Irán, tanto por su actuación en Palestina, como por sus apoyos a los kurdos, financiando y armando a Hamas, pero también a Hizbula y a todo aquel que tenga los mismos objetivos de destruir a Israel. Por ello, Israel no olvida ni perdona.
El ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 en Israel, aunque fue mayoritariamente materializado por miembros de Hamas, su estrategia, su planificación y autor ideológico, sin lugar a dudas, fue Irán. La reacción de Israel contra Hamas y sus consecuencias es ya conocida y su continuación y desarrollo se ha visto en el ataque de Israel contra Irán, de tal manera que se puede decir que, aunque haya pasado año y medio desde los atentados y secuestro de rehenes, Israel no sólo ha devuelto el golpe, sino que puede decirse que Israel ha iniciado una guerra contra Irán de imprevisible desarrollo, sólo en la cabeza de Netanyahu.
Si es sabido que en el mundo hay varios puntos de conflicto, entre ellos, en la actualidad, la situación en Oriente Próximo y Medio ha empezado a agravarse y con esta guerra ya no volverá a ser la misma. Del mismo modo, en el Golfo Pérsico se ha visto en los últimos días un aumento de movimientos de buques de guerra de diversos países, particularmente de EEUU, que siempre ha mantenido una presencia militar importante ante el enemigo común, Irán.
Aunque EEUU y el Organismo Internacional de Energía Atómica están intentando llegar a un acuerdo en el desarrollo de esa energía con Irán y aunque éste dice que sólo es para fines pacíficos, el régimen fundamentalista de los ayatolás miente descaradamente, pues sus intenciones de poseer armas nucleares son evidentes. De hecho, el ataque de Israel también ha sido dirigido a científicos nucleares de Irán para obtener la bomba atómica y que tienen rotundamente en su ideario la destrucción de Israel y de EEUU.
Y por este motivo el conflicto queda agravado porque EEUU ha instado repetidamente a Irán a que se siente a negociar su programa nuclear e Irán ha desistido y mantenido un mensaje ambiguo y repetido de que sus actividades estaban circunscritas a la producción de energía nuclear, pero la cantidad de producción de uranio y otras acciones desmentían tales fines.
Por ello, los objetivos de Israel han sido, además de los militares, aquellas instalaciones relacionadas con el programa nuclear e impedir a Irán la obtención de armas nucleares, lo que supone la eliminación de esa gran amenaza. En estas acciones, Israel contará siempre con la connivencia y ayuda de EEUU, el cual ha intensificado sus movimientos militares y, entre ellos, su actividad en la Base española de Rota, punto estratégico de alta importancia para el despliegue táctico y estratégico del Ejército de EEUU, que, aunque no ha intervenido abiertamente, su explícito apoyo a Israel en todos los sentidos dimensiona el conflicto sustancialmente.
De hecho, Rusia ya ha advertido a EEUU de que su intervención directa ocasionaría graves consecuencias y China ha condenado los ataques de Israel, instando a una solución diplomática de inmediato y, ciertamente, el concurso de todos estos protagonistas determina una situación muy peligrosa de incalculables consecuencias del conflicto.