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El Govern de Armengol se empecina en el derribo del protegido monumento de Sa Feixina en Palma

Armengol Sa Feixina
Monumento en recuerdo de las víctimas del hundimiento del crucero Baleares en la plaza de Sa Feixina de Palma.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El Govern de la socialista Francina Armengol  y sus socios independentistas de Més y Podemos está empecinado en el derribo del protegido monumento de Sa Feixina en Palma, pese a haber perdido Ayuntamiento de Palma y Consell de Mallorca -donde gobiernan estas mismas formaciones- la batalla en unos tribunales que, sentencia tras sentencia, han ordenado su catalogación como elemento patrimonial al estar adaptado desde 2010 a la Ley de Memoria Histórica y desprovisto de toda simbología franquista.

Hasta la fecha siguen desobedeciendo el mandato judicial, pero socialistas, independentistas de Més y Podemos continúan su particular cruzada contra este monumento. Este viernes el alto cargo de Podemos en la vicepresidencia del Govern, Jesús Jurado, y el senador independentista de Més, Vicenç Vidal, han hecho públicas las enmiendas territoriales de Baleares a la nueva Ley de Memoria Democrática, en las que piden, sin base legal ni fundamento jurídico alguno, que este monumento sea declarado contrario a la memoria democrática.

También proponen que tenga esta condición, para su posterior derribo, el monumento de S’Esplanada de Mahón, situado en la plaza del mismo nombre, en terrenos de titularidad estatal del Ministerio de Defensa, porque, a juicio del Ejecutivo balear, fue construido por el franquismo para enaltecer el régimen y utilizando, además, mano de obra forzosa republicana.

En el caso de Sa Feixina, más allá del veredicto de los tribunales, el Ejecutivo balear propone demolerlo por ser un monumento construido por el franquismo para glorificar la tripulación del crucero Baleares, responsable del bombardeo de la población civil en la carretera de Málaga a Almería, en 1937,

Jurado ha subrayado que las políticas de Memoria Democrática en Baleares van «en la buena dirección, pero todavía hay ámbitos en los que se tiene que seguir trabajando, entre ellos algunos elementos de titularidad estatal». «Este es el motivo de estas enmiendas a la Ley: explicitar las principales demandas en el texto de la Ley, para poder asegurar los avances que tienen que darse», ha afirmado.

Además, el Govern propone en sus enmiendas que en el complejo de viviendas militares de Es Fortí, utilizado como prisión en la Guerra Civil, se instale un espacio de interpretación de la memoria democrática y que el edificio que fue la casa de Emili Darder, el último alcalde republicano de Palma, sea cedido al Ayuntamiento, al entender que este espacio necesita ser gestionado por el Consistorio para actividades acordes con la finalidad propia de la Ley de Memoria Democrática.

Por su parte, el independentista Vidal ha asegurado que la valoración del grueso de la sociedad civil centrada en la lucha por la memoria es «muy positiva» y ha precisado que además de la casa de Darder, el fortín de Illetes, Sa Feixina y S’ Esplanada de Mahón, han presentado 18 enmiendas más, que hacen un total de 22, «fruto de la preocupación que expertos y tejido asociativo memorialista tienen respecto a las competencias autonómicas de la materia y la atención a las víctimas».

Vidal ha recordado que Més se ha sumado a las demandas de otros grupos referentes a la consideración de Juan Carlos I como heredero de Franco o a la devolución de locales y centros sociales confiscados por el franquismo.

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