Gori Jaume: «Los fondos europeos no llegan a las empresas de Baleares y son clave para su supervivencia»
"Montar un negocio demuestra valentía porque ser funcionario o trabajador por cuenta ajena es más cómodo"
"Las personas que están gobernando no entienden la realidad de las empresas, nos sentimos incomprendidos"
"Si bajaran los impuestos, los salarios aumentarían y la cantidad de gente empleada también"
"El turismo es lo más preciado que tenemos y hay que defenderlo"
Jóvenes empresarios de Baleares trasladan a Bruselas su inquietud por los fondos europeos
Gori Jaume se puso al frente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Baleares en noviembre de 2021. Graduado en Periodismo, trabajó varios años en el Parlamento Europeo. Pero como muchos mallorquines, quiso regresar a la isla y decidió embarcarse en la empresa familiar, Almacenes Femenías. Ahora defiende los intereses de los jóvenes empresarios y emprendedores de las Islas.
Pregunta.- Usted es graduado en Periodismo y Publicidad. ¿Por qué decidió dar el salto a la empresa de su familia?
Respuesta.- Uno cuando se pone a estudiar, decide apostar por aquello que le gusta. A mí me gustaba mucho la comunicación. En mi casa siempre había un periódico, me aficioné a las noticias y quería contarlas. Por eso decidí estudiar Periodismo. La verdad es que me fue muy bien. Estuve en Madrid estudiando durante cinco años y luego obtuve una beca y me fui a Bruselas, al Parlamento Europeo. Y la verdad es que luego uno, si es de Mallorca, tiene la intención de volver a esta isla que es maravillosa. Yo quería volver y tuve la oportunidad perfecta porque tenemos una empresa en la familia. Siempre lo había tenido en mente, pero decidí hace tres años dar el salto.
P.- ¿Es más fácil ser empresario con un respaldo familiar detrás?
R.- Evidentemente, sí. Cuando en casa hay una inquietud empresarial es siempre más fácil y más sencillo que empezar de cero. El problema de emprender es que hoy en día existen trabas burocráticas que impiden poner en marcha muchos negocios o ideas, porque es un proceso bastante complicado. Hay muchos impuestos que pagar, excesiva burocracia y al final no se dan ayudas para que los jóvenes puedan poner en marcha sus startup y sus negocios. Por eso, sí es más fácil cuando cuando tienes un apoyo familiar, porque al final vas a un sitio que ya está constituido. Lo que pasa es que también hay mucha más presión, ya que vas con una doble responsabilidad. Primero, hacerlo bien y segundo, mantener algo que han creado tus antecesores y que tú tienes el deber de continuarlo. Pero bueno, el mundo empresarial nunca es fácil.
P.- ¿Cómo ayuda la Asociación a estos nuevos emprendedores que empiezan desde cero?
R.- Este proyecto pretende ayudar a todos aquellos empresarios o jóvenes empresarios que bien empiezan o bien se incorporan a una saga empresarial familiar. Les proporcionamos todo tipo de ayudas legales, ayudas a la hora de presentar la documentación que necesiten. También le podemos ayudar a través del networking, es decir, ponemos en contacto a diferentes empresas que al final se pueden asociar o que pueden encontrar algún tipo de vínculo en común. Y en definitiva, lo que hacemos es también responsabilidad social corporativa: tanto trabajos sociales como limpiezas de playa, todo aquello que pueda reportar a las empresas un beneficio en responsabilidad social.
P.- ¿Cuántos asociados son?
R.- Hay cerca de una cuarentena de asociados, lo que pasa es que como estamos asociados también a AJE y CAEB, somos más. También hay jóvenes empresarios de Baleares que operan dentro del territorio nacional y que están dentro de AJE Baleares. Al final, tenemos un número bastante extenso de asociados.
P.-¿Qué lleva a una persona joven a montar un negocio?
R.- Una persona que monta un negocio, para empezar, es un valiente. Hoy en día montar un negocio o emprender demuestra valentía porque no es una posición cómoda. Todas aquellas personas que deciden montar una empresa tienen una idea muy estudiada, que la han pensado durante mucho tiempo. Son personas con coraje, valentía, que al final son rasgos que definen al empresario, aunque también va un poco en función del carácter de la persona. Baleares es una tierra de emprendedores, con empresarios turísticos de primer nivel. En esta tierra hemos sido empresarios toda la vida y creo que este espíritu no se ha perdido en las nuevas generaciones.
P.- Sin embargo, muchos jóvenes se decantan por ser funcionarios para garantizarse un sueldo público toda la vida. ¿Se ha perdido un poco el espíritu emprendedor?
R.- Yo creo que no se ha perdido. Es un rasgo de nuestro carácter, de nuestra forma de ser. Aquí en Baleares siempre hemos visto oportunidades de negocio. Somos capaces de identificar esos nuevos nichos de mercado y lanzar ideas buenas para ponerlas en marcha. No pienso que el espíritu empresarial se haya perdido, pero hay muchos incentivos para no ser empresario. Entonces, al final, es mucho más cómodo ser funcionario o trabajador por cuenta ajena, porque no tienes la responsabilidad del empresario, que está 24 horas, siete días a la semana, 365 días al año pensando en su negocio. Es mucha dedicación y mucho sacrificio.
P.- Muchos negocios emblemáticos están cerrando porque no hay relevo generacional. ¿Cómo se puede luchar contra eso?
R.- Es una pena pero también hay que entender que estamos entrando o estamos de lleno en un mundo globalizado. Cada vez se opera menos en negocios tradicionales y más a través de internet. Hay muchos jóvenes que han salido a estudiar y sus familias tienen negocios tradicionales pero no se ven en ellos porque se pueden quedar estancados y prefieren probar otras cosas. De todas formas, Baleares es uno de los territorios donde más relevo generacional hay de toda España. Al final tenemos un atractivo que es la isla, el clima, la gastronomía. Yo lo digo claramente. Para mí es el mejor lugar del mundo. De la mayoría de empresas con las que me relaciono, muchos jóvenes han vuelto a sus negocios y han creado departamentos de Innovación. Cuando un joven se incorpora a la empresa familiar, se hace un proceso de repensar un poco el negocio para ver hacia dónde va.
P.- La crisis del covid, la inflación, la pérdida de poder adquisitivo, la guerra de Ucrania… ¿Está todo ello haciendo mella en los jóvenes emprendedores?
R.- Bueno, creo que nos está haciendo mella a todos. Es un tema que no es ajeno a nadie, que nos ha afectado mucho. La crisis del covid ha sido un acontecimiento histórico, que ha cambiado incluso la manera de actuar, no sólo de las empresas, sino de las personas. Yo intento siempre sacar una lectura positiva de todo lo que pasa y la pandemia ha propiciado una aceleración en el proceso de digitalización de las empresas y en temas de sostenibilidad. Pero ser empresario no es fácil y cuando parecía que habíamos superado la crisis del covid, nos metemos en una guerra y Rusia invade Ucrania. Esto ha llevado a un aumento del coste de la energía, que ha propiciado un aumento del coste de las materias primas y que al final ha repercutido en un aumento de precios y en una inflación enorme. Por ello, nos hemos reunido con el Govern.
P.- Se reunieron con el conseller Iago Negueruela y le reclamaron rebajar impuestos, eliminar burocracia y facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda.
R.- Correcto. Nos sentamos con la administración porque creo que al final somos una asociación que representa a los jóvenes empresarios y tenemos que explicar cuál es nuestro día a día y cuáles son nuestros problemas. Le expliqué al conseller y los directores generales que ha habido una subida de precios, pero no ha habido una caída de la demanda. El problema es que si esto sigue así, llegará el día en que la demanda caerá en picado porque es insostenible. La gente parará de hacer cosas o de comprar cosas y sólo comprará lo esencial. Les expliqué que con la previsión de una temporada turística espectacular, era un buen momento para hacer una rebaja de impuestos que llegue a todos los ciudadanos, especialmente a las empresas, que somos las que contratamos al personal. Me dijeron que lo estudiarían pero que su política no era ésta, que ellos consideraban que había que tener impuestos para mantener los servicios que ofrecen.
También les trasladé que como jóvenes tenemos una reivindicación muy fuerte, que es el acceso a la vivienda. Les comentamos que hay bastante suelo retenido que se puede liberar, sobre todo en Palma, e insistimos en recuperar la hipoteca joven. Si un joven se ha endeudado para montar su empresa, tiene que tener facilidades para conseguir una vivienda.
P.-Porque se corre el riesgo de que haya una fuga de talento.
R.- Claro, al final provoca una fuga de talento. Lo estamos viendo, además, en Ibiza, donde no hay funcionarios porque no se pueden pagar una vivienda y porque prefieren irse a vivir a cualquier lugar de la península con un precio asequible. Si tienes que gastar un alto porcentaje en la vivienda, al final no te sale rentable venir. ¿Y qué provoca esto? Falta de médicos, falta de policías, falta de servicios…
P.- Muchos trabajadores, sobre todo en el sector turístico y de servicios, se quejan de que los salarios que se pagan son bajos. Los sindicatos exigen subidas. ¿Cómo ve su asociación este tema?
R.- Está claro que el coste de la vida ha aumentado y más con la inflación actual. Es todo más caro. La reivindicación que hacen los sindicatos de aumentar los salarios me parece muy racional, pero el problema es que siempre lo enfocan en los empresarios y quizás hay que mirar al Gobierno. Si el nivel impositivo bajara, los salarios aumentarían y la cantidad de gente empleada aumentaría. Pero al final siempre trasladan el problema al empresario. Y el empresario es aquella persona que trabaja, que da trabajo a mucha gente y que quiere lo mejor para el trabajador. No conozco a ningún empresario que no quiera que sus trabajadores tengan un salario digno y no quiera contratar a más gente.
La Administración quiere cobrar estos impuestos porque al final tiene que mantener una superestructura enorme de ministerios, funcionarios, coches oficiales… que carga hacia los que trabajan. Entiendo las reivindicaciones de los sindicatos y el Govern, pero les invitaría a que hicieran algo para revertir esta situación y que no la tengamos que revertir nosotros.
P.- ¿Qué opina del reparto de los fondos europeos? ¿Llega el dinero a las empresas?
R.- Los fondos europeos como concepto me parecen muy bien. Creo que es una acción que ha hecho la Comisión Europea bastante acertada. Nos consta que desde la Comisión Europea ha llegado ese dinero al Gobierno de España y del Gobierno de España se ha transferido a las diferentes comunidades autónomas. Lo que pasa es que a las empresas no les está llegando, la realidad es que no lo están notando. La idea de la UE era destinar ese dinero a las empresas de toda Europa para ponerlas a un nivel muy alto en cuanto a digitalización y sostenibilidad y solventar problemas. Sin duda, es clave para la supervivencia de las pequeñas y medianas empresas.
P.- Algunos de esos pequeños comercios de los que habla viven del turismo. ¿Qué opina de que el Govern haya decidido limitar la llegada de cruceros a Baleares?
R.- Vamos a ver. Hay que tener muy claro cuál es la fuerza que tenemos en Baleares. Nuestro motor es el turismo y nadie lo puede negar. El problema no es que se limiten los cruceros, es que no existe una alternativa a esa medida. Entonces, al final nos vemos abocados a unas políticas que son más ideológicas que pensadas. Está claro que regularse se tiene que regular, pero antes de lanzar una limitación de cruceros, hay que estudiar bien qué consecuencias tiene eso para la economía. Porque que venga un crucero puede solucionar buena parte de la temporada a muchos pequeños comerciantes, como los que venden souvenirs, bares, empresas de autobuses, rent a car. Cuando un turista viene a Mallorca, hay que agradecerle que venga, porque lo que hace es dejar dinero en nuestra isla y que nosotros lo podamos reinvertir. El turismo es lo más preciado que tenemos y hay que defenderlo.
P.- ¿Se sienten a veces abandonados por las instituciones?
R.- Más que abandonados, la sensación que tengo es que las personas que están gobernando no entienden la realidad de las empresas, ni la realidad de aquellas personas que deciden montar un negocio. Si supieran lo que cuesta pagar unas nóminas, impuestos, arriesgarse a invertir para seguir adelante, firmar convenios… si conocieran el día a día de la actividad empresarial, muchas de las políticas que se llevan a cabo no se harían. Más que sentirnos abandonados, nos sentimos incomprendidos.
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