El gobierno socialista de Mallorca rebaja a la mitad los beneficiarios del bono joven

El Consell de Mallorca rebaja a la mitad (418) el número de beneficiarios del denominado bono joven de emancipación dotado con 1.200 euros en un segundo lote de adjudicaciones de unas ayudas, que en una primera tanda hecha pública a cuatro días de las pasadas elecciones del 28 de mayo beneficiaron a 833 personas.

Ahora, una vez resueltos esos comicios insulares que se saldaron con la derrota de la coalición de gobierno de PSOE, independentistas de Més y Podemos y la victoria del centroderecha (PP y Vox), la lista de adjudicatarios ha quedado reducido a 418, en una clara demostración del carácter puramente electoralista de la primera de las entregas.

Unas ayudas que formaban parte de lo que la presidenta socialista en funciones de la institución insular, Catalina Cladera, denominaba escudo social. Aunque su importe es de apenas 100 euros al mes durante un año, según Cladera aligeraba la carga que supone iniciar un proyecto de vida personal, mitigando con esa cantidad una de las principales casuísticas de la exclusión juvenil, como son los costes excesivos de la vivienda.

Hay que precisar que se trata de una ayuda a los gastos derivados de la emancipación, como suministros o muebles, y no para el alquiler o el acceso a la vivienda.

A pie de urna parece que el discurso de Cladera y de sus socios no cuajó y una vez perdidas esas elecciones y a siete días de que tome posesión el nuevo presidente del PP, Llorenç Galmés, que gobernará en coalición con Vox, Cladera rebaja a la mitad el número de beneficiarios y, prácticamente, agota el presupuesto de 1,6 millones reservado para este fin.

De acuerdo con el informe del órgano instructor, en esta segunda tanda han sido objeto de concesión un total de 418 solicitudes, que corresponden a la segunda remesa de expedientes de una convocatoria en la que las solicitudes han sido resueltas por orden de presentación.

Tal y como se indica en las bases, las personas solicitantes se tenían que encontrar al corriente de las obligaciones tributarias con la Agencia Estatal de Administración Tributaria, con el Consell de Mallorca y con la Seguridad Social, así como que no ser deudoras por resolución de procedencia de reintegro.

No parece que el pago de estas ayudas a 1.251 jóvenes de entre 16 y 34 años vaya a tener incidencia a la hora de mejorar la una pésima estadística de emancipación juvenil en la que Mallorca, al igual que el conjunto de Baleares, está a la cola en este apartado.

Mientras en las Islas la tasa es del 16%, en Europa supera el 30%, lo que pone en evidencia el empobrecimiento económico sufrido durante estas dos legislaturas bajo el Govern de Armengol donde el precio de la vivienda, literalmente, se ha duplicado hasta ser el más alto de toda España, convirtiendo en un reto imposible la emancipación para ocho de cada diez jóvenes.

Baste indicar que, en los últimos tres años, en Baleares la tasa de emancipación joven ha descendido nada menos que seis puntos, y se sitúa en el citado 16,2%, según cifras del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud que sitúa el alto coste de la vivienda en Baleares, como el factor clave que explicaría esa caída en picado de los indicadores de independencia juvenil.