La expulsión del español y la imposición del catalán dejan desierto el premio ‘Ciutat de Palma’ de novela

La expulsión del español y la imposición del catalán han dejado desierto el Ciutat de Palma de novela, premio Llorenç Villalonga, que con 26.000 euros es el mejor dotado y el galardón literario estrella del Ayuntamiento de la capital balear.

Este premio se concede cada año en las fiestas patronales de Sant Sebastià pero sólo pueden optar escritores en lengua catalana desde que en 2015 accediera al gobierno municipal la actual coalición de  socialistas, independentistas de Més y Podemos, con el alcalde José Hila al frente.

Este equipo de gobierno ha erradicado el castellano en toda la administración municipal, imponiendo un monolingüismo del catalán a todos los funcionarios y empleados municipales. El consistorio ha excluido el español de todo el ámbito público, incluido el mayor galardón literario de la ciudad, que hasta hace ocho años era bilingüe y al que podían optar escritores y novelas en castellano y en catalán, algo que el alcalde Hila se cargó de un plumazo cuando accedió a la Alcaldía.

Ante esta situación, desde el Grupo Municipal de Ciudadanos (Cs), su portavoz y concejal, Eva Pomar, ha denunciado que el declarar desierto este premio de novela pone en evidencia «el desierto intelectual del nacionalismo» al que Hila se ha entregado para poder permanecer en la Alcaldía.

Pomar tilda de «bochornoso que el premio estrella de estos galardones quede desierto y que el gobierno municipal silbe y mire hacia otro lado. Es como si en los Oscar quedara desierto el premio a la mejor película».

En un comunicado, Cs sostiene que «Palma es una ciudad que se expresa y vive con pluralidad en castellano y catalán», y defiende que «los premios Ciutat de Palma sean un reflejo de su ciudad», algo que no sucede desde que Hila está en la Alcaldía.

«El resultado de extirpar la lengua común de todos los españoles y la tercera más hablada en el mundo en los Premios Ciutat de Palma es que el premio de novela quede desierto».

Pomar recuerda que su formación siempre «ha defendido firmemente durante este mandato, a través de numerosas proposiciones y enmiendas al presupuesto, que estos premios tuvieran una modalidad en catalán y otra en castellano», lamentando que «el sectarismo del equipo de gobierno les ha llevado a rechazar todas nuestras iniciativas».

«Palma es una ciudad que se expresa y vive con naturalidad en castellano y catalán» por lo que siempre hemos apostado por que «los premios Ciutat de Palma sean un reflejo de su ciudad», remarca.

«Este posicionamiento sectario», abunda la edil, «alejado de cualquier criterio artístico o del talento, ha excluido a aquellos novelistas palmesanos que viven, se inspiran y aman esta ciudad».

Ante ello, este partido, que cuenta con tres concejales en la oposición al gobierno municipal de Hila, lamenta que «esta imagen de que en nuestra ciudad no haya creatividad, talento, imaginación y calidad literaria es radicalmente incierta. Pero el radicalismo, la exclusión y la marginación del nacionalismo nos lleva a estas conclusiones tan delirantes como sonrojantes», concluyó Pomar.