Los diputados rebeldes de Vox reclaman la presidencia del Parlament
Situación inédita: los cinco sublevados seguirán integrando el grupo parlamentario Vox pese a su expulsión del partido
La presidenta de Vox, Patricia de las Heras, exige a los cinco díscolos que devuelvan el acta de diputado
Los cinco diputados rebeldes de Vox reclaman la presidencia del Parlament aunque están dispuestos a negociar con el PP la designación del nuevo presidente en sustitución de Gabriel Le Senne. Según el reglamento, el nuevo presidente debería ser un miembro del grupo parlamentario de Vox que de momento siguen integrando los cinco díscolos, con la portavoz Idoia Ribas al frente. Este grupo parlamentario tiene derecho a designar al nuevo presidente aunque se muestra dispuesto a negociar con el PP, algo que sucederá en los próximos días.
En el Parlament balear está el precedente de Xelo Huertas, de Podemos. Era la presidenta del Parlament pero en enero de 2017 fue expulsada de Podemos acusada de incumplir el código ético. Tras su expulsión se vio obligada de inmediato a abandonar la presidencia de la Cámara.
El reglamento del Parlament establece que debe abandonar su puesto cualquier miembro de la Mesa apartado del grupo que le propuso. Huertas fue sustituida por otro miembro de Podemos, Baltasar Picornell.
Ahora se repite la historia. Gabriel Le Senne, al haber sido expulsado del grupo parlamentario de Vox, debe abandonar de inmediato la presidencia del Parlament, que de forma interina recaerá en el vicepresidente primero, Mauricio Rovira, del PP. También cesarán los cargos de confianza de Le Senne como presidente del Parlament.
Los cinco diputados que quedan del grupo parlamentario Vox son Idoia Ribas, Sergio Rodríguez, Manuela Cañadas, María José Verdú y Agustín Buades. En principio uno de ellos podría ser el nuevo presidente del Parlament aunque todo está pendiente de la negociación con el PP.
La nueva presidencia se tendrá que votar en el pleno, por lo que de haber candidato los grupos podrían incluir ese punto en la sesión del próximo martes 6 de febrero. El reglamento exige mayoría absoluta en primera votación y mayoría simple en la segunda.
En cualquier caso, lo que está claro es que la expulsión del grupo parlamentario Vox del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, y la presidenta del partido en las Islas, Patricia de las Heras, ahonda en la división interna de la formación en las Islas, abriendo una crisis institucional al dejar la Cámara sin presidencia y a los diputados que se quedan en el grupo, fuera del partido.
El principal socio político del PP de Marga Prohens queda en una situación anómala en la Cámara, donde cinco diputados conservarán el grupo parlamentario a pesar de ser expulsados del partido por la dirección nacional, mientras que Le Senne y de Las Heras, aún afiliados, figurarán como no adscritos.
La expulsión implica que De las Heras y Le Senne pasarán a tener la condición de diputados no adscritos, como su ex compañero Xisco Cardona, que abandonó el partido hace unos meses también entre divisiones internas.
En su comparecencia ante los medios, Idoia Ribas ha remitido a «circunstancias internas del grupo» para justificar la decisión, «para conseguir la mejor organización posible y la mejor unidad posible, a fin de poder seguir avanzando», sin dar más explicaciones al no admitir preguntas.
El resto de su parlamento lo ha dedicado a hablar del trabajo en el próximo periodo de sesiones y los acuerdos de gobernabilidad con el PP, con el que seguirán trabajando «codo con codo» ya que les «necesita».
Este mismo lunes Idoia Ribas ha remitido una carta a la dirección nacional donde solicita el cese inmediato del Comité Ejecutivo Provincial (CEP) presidido por De las Heras.
En la carta, Ribas censura el envío de un comunicado a los medios con declaraciones de Patricia de las Heras sobre política lingüística que serían contrarias a la posición del grupo parlamentario. Según esas mismas fuentes, ese comunicado -que fue enviado desde un correo del partido y no del grupo en el Parlament- sería fruto de presiones de una plataforma cívica, informa Europa Press.
Los rebeldes de Vox defienden la política lingüística de Prohens
Los cinco diputados rebeldes de Vox que quedan en el grupo entienden que lo pactado con el PP es la libre elección de lengua que ya se va a empezar a aplicar de forma voluntaria este año con planes piloto, pero el comunicado hablaba del mínimo de 25 por ciento de horario lectivo en castellano y de «acabar con la inmersión lingüística». El grupo entiende que esta actuación perjudica el trabajo parlamentario.
Asimismo, las fuentes consultadas señalan que, cuando se estaban tramitando los presupuestos, el grupo tenía una posición ventajosa para negociar con el PP y quiso organizar reuniones con coordinadores municipales para incorporar sus peticiones, pero fueron desconvocadas por la presidenta.
Le Senne y De las Heras sostienen que son ellos los que, a pesar de quedar como no adscritos, representan al partido, cuya dirección nacional les ha mostrado respaldo. Desde Madrid consideran a los dos expulsados más comprometidos con Vox mientras los cinco díscolos serían más proclives a ir de la mano del PP.
En un comunicado publicado en la web nacional de Vox, el partido califica de «traición» la actuación «unilateral» de los cinco diputados, que serán expulsados de la formación.
A los micrófonos frente a su despacho en el Parlament, Le Senne ha censurado que le echan «por seguir las directrices de la dirección nacional», y que ha intentado «calmar los ánimos y conciliar, pero ha sido imposible».
Mientras, De las Heras ha pedido a los cinco diputados que firman la expulsión que devuelvan el acta, acusándoles de haber entrado en el partido «por ambiciones personales».
El exdiputado de Vox Xisco Cardona, ahora no adscrito, ha lamentado por su parte los movimientos «surrealistas» que se están viendo, que «hablan de Vox y de las personas que lo componen». Para Cardona son «la consecuencia de negar una crisis evidente en octubre», la que culminó con su salida del partido.
Precisamente, en aquel momento fue el grupo parlamentario quien presionó al PP supeditando el techo de gasto a la elección de lengua, mientras que Cardona era favorable a no bloquearlo siguiendo indicaciones de la dirección nacional.
Aunque el techo de gasto salió adelante, la tramitación de los presupuestos volvió a estar centrada en el choque entre PP y Vox, que finalmente logró que se incorporaran todas sus enmiendas, incluidos los 20 millones para libre elección de lengua.
Vox cambió entonces su abstención por un sí, aunque los votos favorables de Cardona y el diputado de Formentera, Llorenç Córdoba, ya salvaban las cuentas para 2024. De ese modo, el único escenario en el que peligraban los presupuestos pasaría por que Vox sumase sus votos a los de la izquierda y votase en contra. El PP tiene 25 escaños en el Parlament balear, los mismos que suman PSIB, Més y Unidas Podemos.