Denuncian la pasividad del Govern en un caso grave de racismo de una técnica del 061: «No hablo con monos»
El sindicato de técnicos de emergencias sostiene que el Govern no actúa porque la denunciada es una mujer
La dirección de la empresa pública que gestiona el 061 se ha negado a intervenir en el caso
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El sindicato de técnicos de emergencias sanitarias FS-TES denuncia la pasividad del Govern ante un caso grave de racismo, amenazas y coacciones. La denuncia va dirigida directamente contra la empresa pública GSAIB que gestiona el servicio de ambulancias 061. La denuncia es concretamente por «inacción frente a situaciones de posible racismo, clasismo, agresiones verbales, amenazas, coacciones y abuso en relación del aprovechamiento del género».
Los hechos se refieren a los reiterados comentarios vertidos por una trabajadora del 061 hacia otro técnico de emergencias sanitarias de raza negra. Los dos trabajan en la misma ambulancia. «Eres un orangután y yo no hablo con monos», es uno de los numerosos improperios vertidos por la técnica de emergencias, según la denuncia del sindicato FS-TES.
También se ha denunciado que la técnica se refiere a su compañero y subordinado en los siguientes términos: «Tiene cara de mierda; menos mal que no se reproduce». Según la denuncia sindical, hay más comentarios xenófobos de la técnica de emergencias que «han exasperado la paciencia de los trabajadores del 061» y este es uno de ellos a modo de ejemplo: «Tiene la cara de mierda y no como yo que la tengo blanquita». Todo esto aparte de llamarle maltratador de mujeres por el simple hecho de haber aparcado la ambulancia a 50 metros de donde ella entendía que debería haberlo hecho.
Todas las denuncias presentadas por el sindicato están ampliamente documentadas.
El 22 de noviembre pasado, el secretario general del sindicato FS-TES en Baleares, Rubén Uroz, denunció los hechos ante el departamento de Recursos Humanos del GSAIB solicitando además una petición de actuación urgente y que como medida cautelar se separara a los dos técnicos de emergencias. Rubén Uroz presentó la denuncia acompañada de las pruebas necesarias para acreditar lo sucedido.
Días después de la denuncia por racismo, la directora general del GSAIB, Beatriz Collazo, respondió que ya tenían conocimiento de los hechos denunciados pero que no podían hacer nada. El motivo expuesto eran defectos de forma en la presentación de la denuncia. Según la dirección del GSAIB era preciso que el afectado, la víctima de los insultos racistas, rellenase y firmase el formulario de la denuncia.
Posteriormente, el 1 de diciembre, el secretario del sindicato FS-TES, Rubén Uroz, remitió el siguiente escrito a la directora general del GSAIB en relación a la denuncia por racismo:
«Un riesgo laboral de este calibre puede ser informado por el afectado o por un tercero y ninguna norma establece que sin el modelo normalizado, que no tiene espacio suficiente para explicar lo sucedido, no se pueda defender a un trabajadora o trabajador».
Rubén Uroz escribe en su carta al GSAIB lo siguiente: «Si una compañera de trabajo estuviera siendo objeto de acosos sexual y ella no quisiera denunciar para evitar problemas o miedo porque se tratara de un superior y no quisiera perder su trabajo, un tercero que lo viera estaría en su derecho y obligación de denunciar y ustedes de tramitarlo con la debida diligencia».
El sindicato de técnicos de emergencia sanitaria denuncia que «a fecha de hoy [26 de enero] no hemos recibido contestación de la empresa y para mayor indignación no encontramos con que no han separado cautelarmente a la trabajadora del trabajador, no han pedido las pruebas videográficas y siguen en trámites burocráticos derivando la denuncia de un departamento a otro».
Y prosigue Rubén Uroz: «No tenemos dudas de lo que habría sucedido en caso inverso, porque ya ha sucedido. Es indignante que un trabajador tenga que aguantar esta situación de forma continua mientras la trabajadora le hace sentir inferior por su color de piel… El daño producido, acabará siendo irreparable, porque la Dirección de Empresa GSAIB, por no saber hacer, no es capaz de contestar un correo urgente, entender un procedimiento de acoso, o simplemente tomar una medida cautelar, cuando han pasado 60 días y aún no han sabido ni separarles de la misma ambulancia».
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