La defensa de Penalva y Subirán sostiene que la Policía les investigó para salvar a Cursach
También ha acusado al fiscal Tomás Herranz de coaccionar a declarantes en sus interrogatorios durante el juicio
Herranz se emplea a fondo para acusar al juez y el fiscal que investigaron al capo de Mallorca, Cursach
El juicio contra los antiguos investigadores del caso Cursach sigue este jueves con los informes de las defensas. Javier Barinaga, abogado del juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán, ha basado parte de su exposición en reclamar la nulidad de toda la instrucción, a su parecer, por las irregularidades «de los superpolicías Juan Márquez y Palomo». Ha acusado a estos policías de mentir en sus informes para lograr las imputaciones de los ahora encausados y salvar a Cursach. «Había que hundir esa causa para rescatar a otros y para eso había que mentir y violar derechos», ha dicho en en alusión al magnate Bartolomé Cursach.
La defensa ha arremetido contra el fiscal Tomás Herranz, el que exculpó a Cursach y acabó pidiéndole perdón entre lágrimas por haberle acusado de múltiples delitos. Javier Barinaga, ha lamentado que el fiscal Tomás Herranz no haya asistido a la sesión del juicio de este jueves contra los antiguos instructores del caso Cursach y en la que las defensas tienen que exponer sus conclusiones. «Me duele que el fiscal Herranz no comparezca hoy aquí. Seguro que tiene alguna buena razón. Yo he escuchado estos últimos días todas las intervenciones atentamente», ha indicado al inicio de su exposición en la que ha pedido la absolución de sus defendidos.
Cabe recordar que tras exculpar a Cursach, Tomás Herranz inculpó a los instructores de la causa contra el conocido como el capo de Mallorca. Herranz solicita más de 100 años de cárcel para el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán. La base de la acusación de Herranz contra Penalva y Subirán y otros acusados se sustenta en la filtración a la prensa de las investigaciones que iban desarrollando Penalva y Subirán.
Este jueves el abogado de los instructores del caso Cursach ha cargado en varias ocasiones contra Tomás Herranz, representante del Ministerio Público, a quien ha acusado de «quedarse solo como alma en pena gritando por el desierto» en sus calificaciones. También ha acusado a Herranz de coaccionar a declarantes en sus interrogatorios en sala.
Barinaga se ha referido al mismo tiempo a autos del propio Herranz en otros procedimientos que entrarían en contradicción con sus posicionamientos en este caso.
El abogado Javier Barinaga, informa Europa Press, ha exigido «humildemente» al tribunal que juzga a los antiguos instructores del caso Cursach que entre en la valoración de la prueba, ante la posibilidad de conseguir una absolución por cuestiones de forma. «No nos vale. Habremos perdido si salimos absueltos por cuestiones de forma», ha señalado.
Sin embargo, ha añadido que la irregularidad en la instrucción, por ella misma, no sirve, y ha asegurado que una absolución por la nulidad de la prueba sería un cierre en falso.
También ha criticado que el fiscal Juan Carrau no esté también entre los acusados «porque no aparecía en los chats» y ha argumentado su participación en las diligencias.
En su informe de conclusiones, Barinaga ha defendido la legalidad y el proceder de las detenciones por la ORA «entendiendo» que algunos declarantes, como imputados o como testigos, pudieran sentirse torturados en las actuaciones.
«Es normal, una declaración policial o judicial no es una fiesta, son duras, pero un sentimiento no es un hecho», ha señalado. En cambio, sí que ha acusado al fiscal Herranz, ausente en la sesión de este jueves, de coaccionar a declarantes en sus interrogatorios en sala.
Ha subrayado en varias ocasiones el carácter policial de los arrestos, aunque «obviamente» el juez el y fiscal tenían conocimiento de ellas porque trabajaban en coordinación. «Pero el conocimiento no equivale a la decisión. Las detenciones estaban bien hechas», ha insistido.
Barinaga ha sostenido la existencia de indicios para el inicio de las investigaciones y las detenciones. Se ha referido a la ampliación de las zonas en el contrato, la incorporación de un miembro de la mesa cuando estaba de baja, el hecho de que un «empresón» como Dornier se asociara con dos «empresitas locales», la vinculación personal de Antoni Roig con los miembros de la mesa o la creación de una fórmula que hace que primen los criterios subjetivos. «Femenía era el amo y señor del Ayuntamiento», ha apuntado.
También ha apuntado como indicios, por otra parte, el hecho de que la madre de Álvaro Gijón tuviera ocho cuentas bancarias o la existencia de varias sociedades.